Suele ser cíclico: de repente se lanza el rumor y los restaurantes chinos pierden clientela. Ocurrió hace unos pocos años con un restaurante en la calle Franchy Roca, de Las Palmas, y acaba de pasar la semana pasada con un establecimiento asentado en Siete Palmas. De repente corrió el rumor de que un niño se había atragantado con un trozo de hueso y que, analizado en un centro de salud, se encontraron con que el trozo de carne contenía un chip de los que se usan para identificar a los perros. Nos llegó el rumor y llamamos a Sanidad, donde además de desmentir el disparate, nos recordaron que un chip no se puede encontrar en la carne porque se sitúa en la piel de los animales. Los cinco restaurantes de Siete Palmas han tenido que publicar un anuncio de pago garantizando la calidad de sus alimentos, cuya materia prima adquieren en el mercado local.