La publicación de esta historia en el diario El País el pasado sábado otorgó al escándalo eólico y a su supuesta e indirecta conexión con el narcotráfico y el magistrado Martín carta de naturaleza en la política y en el periodismo canario. Lo habíamos publicado nosotros con todo lujo de detalles, pero que se publique en un periódico nacional es, para los pueblerinos que tratan de generar opinión, santo y seña de escándalo. Además de periodistas, algunos políticos que conocían el asunto con antelación exigen ahora explicaciones, como si el guindo floreciera en enero y no en marzo. Lo malo de algunos que conocemos es que antes callaron porque estaban al servicio de los que ahora son sus enemigos.