Pedro Luis Rosales hace tiempo que alegra los plenos del Cabildo de Gran Canaria con sus elocuentes ataques a la oposición, siempre con una fuerte carga de intransigencia y de poco respeto al juego democrático. Si por él fuera, la suprimiría, lo que demuestra que ha mamado escuela de la buena con Soria y Luis Larry, dos campeones. Pues Rosales, como decíamos, se personó también el jueves -qué mal día- en la rueda de prensa de presentación del Festival de Jazz, para hacer un cántico a la financiación mayoritariamente privada de este tipo de acontecimientos. No quiere, el Rosales, aflojar los talegos para aquello que no capitalice su señorito en exclusiva, porque él sabe perfectamente que dejar los festivales en manos de la financiación privada es someterlos a una inestabilidad insoportable. Pero, venga, un mal día lo tiene cualquiera.