Como era de esperar, este viernes no hubo acuerdo en el juzgado de Primera Instancia de Las Palmas de Gran Canaria en el que se celebró el acto de conciliación previo a la querella entre el PSOE y José Manuel Soria, presidente del PP canario. Ya saben que los socialistas, desde su sede central de Ferraz, han interpuesto una querella por las alegres palabras de Soria acerca de la facilidad que, según él, tiene el PSOE para asesinar o robar, dichas y reiteradas en varias ocasiones, incluso por esa especie de papagüevo que le ríe la gracia permanentemente al presidente del PP. Se presentaron en el juzgado el abogado mandado por el PSOE, Álvaro Sánchez Manzanares, su procuradora y la que representó a Soria, María del Carmen Benítez, su esposa. Por cierto, al juez no le hizo gracia que la doña apareciera por allí con una sentencia del Supremo en la que, al parecer, aparece la condena a Rafael Vera. Ya habrá tiempo de presentarla, como hizo con los recibos del cafenileche.