Ya les informamos en la sección correspondiente cómo ha sido todo este proceso, al menos en lo que a los técnicos se refiere. No es habitual que los periodistas tengamos la cuestión técnica tan desmenuzada como ustedes pueden encontrar en esta misma edición. Pero no por ello debemos descuidar la más puramente política y empresarial. Sabemos de sobra quiénes han jugado y en favor de quiénes, pero la necesidad de comprobarlo fehacientemente nos impide ser más claros. Hombre, sabemos que Mauricio no se ha estado quieto (¡se habría parado el mundo!) y que jugó como siempre a dos bandas (Lopesan y Satocan). Y sabemos que por una vez (y sin que sirva de precedente) habría podido ganar sin hacer un estropicio. Pero se encontró enfrente con Luis Hernández que defiende lo que defiende y que ataca lo que ataca. Y los dominios de este hombre tienen bendiciones con antídotos para ese veneno. Como Chicago.