Lo ha pasado mal esta semana porque no se esperaba el aluvión de críticas que ha recibido, y mucho menos algunos insultos de muy determinado sector de la prensa tinerfeña. Pese a todo, allí estaba este viernes a mediodía, impecablemente vestido de oscuro, con su clásico pelo engominado peinado hacia atrás, tenso al principio y siempre muy arropado, el nuevo director general de la Radiotelevisión Canaria, Guillermo García, Willy García. Juró su cargo ante un nutrido grupo de autoridades que se esforzaron más que nunca en dar sensación de respaldo a uno de los nombramientos más contestados de la historia de la autonomía. Hasta sonó el himno de la nacionalidad, por primera vez en una toma de posesión, pero como manda el reglamento, según Manuel Martínez Fresno, el jefe máximo de las relaciones institucionales y el protocolo. “Soy periodista con todas las letras”, enfatizó García en la parte central de su discurso.