Tenía que hacer mucho calor este miércoles en la calle Venegas, de Las Palmas de Gran Canaria, donde un diligente policía local se ha dedicado a multar a los coches aparcados en un todavía inactivo carril de bus y taxi. Y decimos inactivo porque la zona está en obras y aún no se ha abierto al público, y así desde hace tres años. La temperatura, decíamos, subió por momentos este miércoles cuando el agente en cuestión volvió a la carga bolígrafo y recetario en mano para llevarse por delante a los cabreados vecinos, que le preguntaban por el parking privado que esponsorizaba tal acción. Recriminado y criticado, el agente se terminó por calentar del todo y terminó contestando en fino a los vecinos: “A mí lo que digan ustedes y los periódicos me suda la [piiiiiii]”. A lo que los vecinos le respondieron sugiriéndole una buena ducha de agua fría.