Es cierto que María Isabel Déniz y Celso Betancort, los dos diputados regionales del PIL, han establecido contactos con casi todas las fuerzas políticas para una u otra cosa. Es sabido en el seno de CC que han hablado con Paulino Rivero y con José Miguel González para encontrar un encaje claro ante la eventualidad de que el PIL se disuelva con la defenestración de su líder. También se sabe que han hablado con Soria y con Mauricio, pero a nadie le consta que lo hayan hecho en la misma reunión. Isabel Déniz está especialmente perjudicada con su partido tras aquellas famosas cartas escritas por Dimas desde su celda en las que, entre otras cosas, llamaba la atención a la alcaldesa de Arrecife por su actitud ante el recluso y sus acercamientos a enemigos del PIL. El escarnio fue especialmente duro, sobre todo por la orden dictada por Dimas a Emilia Perdomo para que leyera esas cartas en un consejo político del PIL coincidiendo con un safari de María Isabel Déniz a Kenia. Un viaje que también le reprochó el jefe del partido.