Con un poco de retraso ha reaccionado la maquinaria político-militar de la Autoridad Portuaria a nuestros avisos a navegantes de denuncias por vulneración de derechos fundamentales. Ya saben que tenemos un acta notarial que acredita que -por órdenes de arriba- se restringió el acceso a nuestro periódico en los ordenadores de ese organismo. Fue una decisión de Teresa Cruz, jefa de prensa y esposa de Larry Álvarez, de los pocos cargos portuarios que se quedó aquí para poder disfrutar de la inauguración del nuevo hotel de Lopesan, Villas del Conde de Agüimes, o así. Pues llegada la expedición asiática y sorprendidos del tamaño de la metedura de pata, la han terminado de encharcar y han restringido el acceso a todos los periódicos que aparecen en Internet. Qué gracia, ¿verdad? Es como en La Caja, donde sólo se prohiben los periódicos en la Red y no los que se editan en papel, lo cual sigue siendo discriminación y vulneración de derechos fundamentales. Ya se les quitará, ya verán, que lo que es del cura a la iglesia vuelve.