Somos malos hasta límites insospechados, y eso nos acarrea más de un malentendido y alguna amistad atravesada, por no decir cosas peores. Este jueves publicamos lo ocurrido el día del cumpleaños de Adán Martín, cuando un periodista se lo encontró en Presidencia en Tenerife y le felicitó por sus 62 lozanas primaveras. Dimos por hecho, en plan malvados, que el periodista en cuestión había montado guardia allí al enterarse del aniversario por las secretarias del presidente. Pero no fue exactamente así, porque el periodista había acudido a Presidencia ese día a esas horas tan tempranas a resolver asuntos propios de su condición y sexo, y fue estando en aquellos menesteres cuando se encontró con el presidente. Así lo asegura el interesado, que nos telefoneó muy amablemente, y así lo transmitimos nosotros con mucho gusto. Y si nos tenemos que disculpar, nos disculpamos.