Ignacio Calatayud Prats es abogado natural de Granada, ciudad de la que un día partieron rumbo a Lanzarote los miembros de una de las familias más conocidas en la isla, los Fernández Camero. Calatayud está casado con Juana Fernández de las Heras, también abogada, e hija Felipe Fernández Camero, también abogado, con quienes ha compartido despacho. El suegro de Calatayud, en libertad bajo fianza de 100.000 euros en la operación Unión tras imputársele el delito de cohecho, entre otros, también está encartado en la operación judicial que se sigue por la concesión de licencias ilegales a esas dos docenas de hoteles lanzaroteños. En esa causa se considera a Camero cerebro rector de la trama organizada para concluir con esas licencias que vulneraron el Plan Insular de Lanzarote, papel que desempeñó siendo abogado de los ayuntamientos de Yaiza y Teguise y después de haber sido letrado asesor de los promotores que recurrieron el Plan Insular. Un máquina, este buen señor. Pues bien, a Fernández Camero lo sustituyó su hija Juana al frente de ese asesoramiento a los promotores, lo que coloca a Calatayud, asesor legal del presidente del Cabildo en una encrucijada de interese que lo invalidan sobradamente para estar tan cerca de los puntos calientes de decisión. Pero es que, además, Ignacio Calatayud trabajó para el despacho Díaz Aguilar, que se ocupó de la defensa legal de los infractores urbanísticos. O sea, una triple razón para no ser asesor legal del presidente del Cabildo.