Como no había manera de que nadie firmara el convenio con Cruz Roja para este año, van el concejal del ramo y el alcalde y le dicen a la ONG que tire p'alante, que compre el material necesario y que se prepare para hacer frente a la seguridad de los bañistas. Todo ello, sin firmar el convenio, redactado desde marzo. Pero, por si acaso, Cruz Roja compra hasta una silla especial para el baño de personas con movilidad reducida. Pero el alcalde, de repente, como si le hubiera dado la ventolera, dice que nones, que desautoriza al concejal de Playas y le otorga el servicio a otra gente. Así que, ni los 27.000 euros del año pasado, ni los 9.000 de este año, ni la seguridad garantizada, como les hemos contado. Insistimos, tres médicos al frente, y aquello tiene mucho peligro. A ver si carmelitas, josemigueles y romanes ponen sus ojos en este municipio, que va de cráneo.