Lo curioso de esta intoxicación es que los supuestamente intoxicados no esperaron un par de horitas para sentirse mal, sino que antes de terminar de almorzar ya se encontraban indispuestos y se negaban a que el maitre probara el pescado que decían chungo. Total, que todos para la clínica Roca, en San Agustín, del grupo Hospitén, donde no han querido ni confirmarnos ni desmentirnos la noticia. Pero sabemos que la tía del turista italiano, que dispone de una semana de propiedad compartida en Anfi, fue la que montó el número y dijo que en la clínica le habían cobrado 6.000 euros por tres días de ingreso en observación. Total que Anfi, para evitarse líos, y a pesar de que nadie aportaba una mísera factura, se mostró dispuesta a pagar, pero la doña se empeñó en que, además de los 6.000, había que aflojar una indemnización al niño, que había venido a Gran Canaria a trabajar y las diarreas se lo habían impedido. Sanidad ha tomado muestras, y las diarreas fueron sólo mentales. Conste.