No se pueden ustedes imaginar el cabreo sordo que late entre los funcionarios del Cabildo de Gran Canaria por el trato de favor que recibe Mónica Quintana. Por si no la recuerdan, les hablamos de la novia de Celso Perdomo, imputada como él en la Operación Eolo y con más de un mes de prisión preventiva en Salto del Negro. La doña, como también recordarán, ha sacado su plaza por oposiciones estando dentro y fuera de prisión, gracias al apoyo prestado por el consejero de Juventud, Rafael Krabcha, del PP de toda la vida, como ella hasta que la echaron. Pues bien, resulta que en el Cabildo se reparten unos dineritos entre los funcionarios cada seis meses, cuando llegan las pagas de verano y de navidad. Y para el reparto se aplican criterios de productividad y de entrega, lo que empieza a sonar muy bien.