En este contexto tan apasionante, continúa moviéndose a su manera Antonio Rivero, actual presidente de la Confederación de Empresarios de Las Palmas. Lejos de optar por una salida silenciosa y más o menos digna, lejos de retirarse temporalmente a algún cuartel de primavera-verano, Rivero ha optado por mojarse a fondo. Y lo hace desde ya jugando a la contra del único candidato formalmente presentado, Sebastián Grisaleña. Es de conocimiento general que Rivero es hombre del sector industrial, y también es sabido que el sector industrial no traga a Grisaleña por su postura contraria al Aiem, entre otras cosas. Pero aún así, que el todavía representante de todos los empresarios entre en campaña con el único objeto de jeringar a su actual vicepresidente y único candidato es un exceso más que critican a la factoría Tony Rivero.