Vayan tomando nota porque será Kiss FM y 7.7 Radio las dos emisoras que van a ser más vigiladas por el cuerpo de inspectores de telecomunicaciones que está formando el Gobierno para controlar emisoras de radio y de televisión. Porque entre ambas han obtenido sesenta de las 155 frecuencias adjudicadas definitivamente este martes. Es cierto que las ofertas de Kiss FM son las más llamativas porque, además de esos 308 trabajadores y esa inversión cercana a los 12 millones de euros, la cadena madrileña de radiofórmula musical ha prometido emitir una programación netamente canaria, con contenidos informativos y culturales que, sumados a otros parámetros, la colocaron por encima de otras ofertas. Esas 28 frecuencias han desplazado, por tanto, a otros 28 concursantes, muchos de los cuales eran pequeñas emisoras locales que ahora se verán forzadas a cerrar y a cancelar sus emisiones en lo que se demuestra la veracidad de las ofertas de la cadena musical. Porque de momento hay que descartar la convocatoria de un nuevo concurso que subsane algunas disconformidades. Y no porque el Gobierno de Canarias no quiera hacerlo, sino porque depende del ministerio de Soria, y éste no le va a dar esa salida airosa a Paulino Rivero, por mucho que exista un acuerdo de la comisión bilateral Canarias-Estado que, fruto del último debate del Estado de la Nación, pactó hacer un estudio técnico para ampliar concesiones en el espectro radioeléctrico.