Una de las razones más repetidas por los defensores de las prospecciones petrolíferas en las cercanías de Canarias es la de los supuestos beneficios que se quedarían en el Archipiélago gracias al notable incremento de actividad que registraría la refinería de Cepsa en Santa Cruz de Tenerife. Dicen que actualmente está trabajando a un tercio de su capacidad y que, ante la cercanía de unos ricos yacimientos, habría más encargos y por lo tanto, más empleo directo e indirecto. Y más contaminación, deberíamos añadir. La fotografía que tienen a la derecha fue obtenida este domingo por Ciudadanos por Santa Cruz, uno de los pocos partidos políticos con representación política que se atreve a denunciar las emisiones de gases de la refinería sobre la capital tinerfeña. Este domingo, con situación de alerta amarilla decretada por el Gobierno por las altísimas temperaturas registradas, con muchas personas con padecimientos de salud agravados solamente por el calor, resulta inconcebible que Cepsa haya podido esforzarse especialmente por contaminar un poco más de lo habitual. Quizás no sea cuestión de multas, sino sencillamente de sentido común y de respeto. Mientras alguien empieza a negociar su traslado a un lugar menos dañino para tanta población.