La verdad es que metidos en los berenjenales de las trapisondas de que andamos enterándonos cada día, nos habíamos olvidado casi por completo de José Miguel Suárez Gil, conocido en toda Canarias y en el África cercana como el Zorro Plateado. Los economistas del lenguaje le han aplicado las siglas ZP, pero parece hasta un poco chocante. Ya saben, por talante y por talento. Ya tenemos en nuestro poder los últimos acuerdos de la Cámara de Comercio de Las Palmas antes de las tan merecidas vacaciones, y la verdad es que mejor se hubieran quedado en sus respectivos retiros estivales si van a seguir con éstas. Entre todo el follón de la subida de cuotas y en la búsqueda de quién fue el primero que la solicitó, la cúpula de la Cámara de Comercio de Las Palmas celebraba cónclave el 21 de julio, y decidió, entre otras cosas, encargar a la Escuela de Negocios MBA la elaboración de un estudio para cuantificar el denominado negocio del maletín, que no se refiere precisamente al cobro y pago de comisiones, que precisaría de un consulting internacional, sino al capital que gastan por estos lares los comerciantes africanos que utilizan ese soporte con asas para el trasiego. Pero el acuerdo gordo fue otro.