Aunque parece ser que lo asesinaron de un tiro en la cabeza a principios de mes, este domingo se supo del asesinato de Hichan Mandari, un marroquí que apareció muerto en Málaga sin que por el momento se conozcan los móviles de su fallecimiento. Lo único que realmente está descartado es el suicidio, según ha publicado la prensa nacional. La muerte de Mandari coincide con el restablecimiento de las relaciones entre España y Marruecos, pero en honor a la verdad, jamás en estos años de enfriamiento habían dejado de colaborar el antiguo Cesid español, hoy CNI, y los dos organismos que se ocupan de estos menesteres en Marruecos, la Dirección General de Estudios y Documentación, que dirige ahora Admad Harchi, y la temida Dirección de Vigilancia del Territorio (DST), a cargo del general Ahmed Harari.