Los hermanos Pou y Manu Ponce progresan en Cao Grande

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A pesar del mal tiempo (ha llovido todos los días), el equipo, muy motivado y cohesionado, da por muy bueno lo conseguido estos últimos cuatro días.

Aunque la idea inicial era optar por uno de los dos objetivos que traían en mente antes de llegar a la isla- que no eran otros que intentar en libre la vía inglesa o abrir una nueva ruta-, la lluvia constante, típica de un lugar tropical como este, les ha llevado a tener que aprovechar al máximo el enorme desplome de 100 metros de altura (bajo el que no se mojan) que domina el campo base; para primero probar los cuatro primeros largos de la inglesa y después abrir tres largos de la que será su nueva ruta.

Una táctica novedosa, que dada la imposibilidad de alzarse por encima del desplome porque está todo mojado y progresar resulta imposible, han decidido invertir estos primeros días de trabajo en los dos objetivos a la vez con muy buenos resultados.

El único “pero” lo protagonizó el accidente sufrido por Eneko, cuando intentando asegurarse debajo de un bloque de más de 100 kg, éste se le desprendió, y parte fue a impactar a una de sus piernas. Al final, suerte que no fue en la cabeza, y se quedó en un susto que le ha dejado dolor y un buen moratón en el cuádriceps de la pierna derecha.

Destacar también que es la primera vez que tienen el gusto de trabajar con el campo base pegado al inicio de las rutas, con lo que la aproximación a ellas es prácticamente nula. La desventaja sería que abriendo la nueva vía a punto estuvieron en varias ocasiones de dañar el campamento, ya que todas las piedras que se caían lo hacían casi encima.

Y otra de las características de vivir en la selva está siendo que, aunque durante el día todo se mantiene en una relativa calma, durante la noche resulta muy opresivo, ya que los sonidos de los animales se multiplican exponencialmente y a ratos el ruido resulta ensordecedor, con lo que ha resultado difícil conciliar el sueño, sin despertarse a ratos sobresaltados. Por lo menos la cobra negra de Sao Tomé no ha hecho acto de presencia y, aunque el cámara Jordi Canyi está deseando grabarla, el resto del equipo prefiere no verla y ahorrarse el susto.

Pero visto lo visto, ya se van haciendo a la idea de que el problema principal de esta expedición será la lluvia, aún más viendo que el parte meteorológico la augura durante al menos una semana más.