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Bennati se adjudica la etapa y consolida su liderato

El italiano Daniele Bennati, del Liquigas, hizo honor a su maillot oro al imponerse en la cuarta etapa de la Vuelta a España, disputada entre Córdoba y Puertollano, con un recorrido de 170 kilómetros, en la que dos caídas en el tramo final partió el pelotón, con algunos corredores afectados, como Carlos Sastre y Alberto Contador, que llegaron golpeados pero sin perjuicio de tiempo.

Bennati, de 27 años, uno de los esprinters que tienen en su palmarés victorias en las tres grandes, se anotó el quinto triunfo en la Vuelta por delante del belga Tom Boonen y del español Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel), una vez más en la lucha, pero con pena “por haber vuelto a disparar al palo”.

Un esprint entre apenas una docena de corredores. Dos caídas en los últimos kilómetros dispersaron al grupo. Se fueron unos cuantos corredores, entre ellos Pedro Horrillo, y quedaron cortados entre otros Carlos Sastre “con un arañazo sin importancia en un costado” y Contador, quien se golpeó la rodilla contra Leipheimer para evitar irse al asfalto. No se libró el italiano Damiano Cunego, en un año aciago de accidentes, como el que le obligó a retirarse en el Tour con la cara partida.

Etapa dura por el perfil ondulado, disputada a 38 kilómetros por hora, de nuevo marcada por un calor asfixiante que desgastó más fuerzas de la cuenta en la víspera del primer asalto clave de la Vuelta, la contrarreloj de Ciudad Real, la que vivirá el primer asalto de los favoritos frente a frente.

Bennati mantuvo el liderato con 22 segundos de ventaja sobre Tom Boonen y 48 respecto a Alejandro Valverde, quien no tiene previsto salir “a disputar la contrarreloj”. En un puñado de apenas 20 segundos empezarán a despuntar Alberto Contador y Carlos Sastre.

En el ciclismo hay rodadores, escaladores, contrarrelojistas....y expertos en escapadas. En este último apartado merece mención aparte José Antonio López, el “Malagueta”, del Andalucía Cajasur, claro. Un buscavidas que no se enganchó a la bicicleta en serio hasta los 19 años, antiguo pescador de pulpos con barca de pedales, técnica que pulió a base de necesidad antes de probar diferentes oficios.

Pues este simpático personaje que forjó unas piernas portentosas en la carretera del mar, se largó en solitario a lomos de su bicicleta a las primeras de cambio camino de La Mancha. Inspirado por el nombre de su maillot y por jugar en casa, se transformó un buen rato en el Quijote de la Vuelta.

Pasó el Alto de Villares (3a) en compañía de Jesús Rosendo, otro que tal baila a la hora de apuntarse a las fugas, y en el descenso de La Chimorra (3a), a punto de abandonar la provincia de Córdoba, se lanzó a la aventura. Enseguida se embolsó 15 minutos de ventaja, en el kilómetro 31, bajo la lluvia de fuego que amilanó en principio los ánimos del pelotón.

La renta de José Antonio López fue desapareciendo metro a metro a medida que aumentaba la ambición del Liquigas, del equipo que quería mantener el maillot oro en la figura de Bennati. Apenas 3 minutos para el caballero rodante a falta de 35 kilómetros para Puertollano, la suerte echada para el valiente que regaló simpatía con su esfuerzo y muchos minutos de publicidad para el conjunto que le paga.

“Malagueta” ó “El llanero solitario”, se diluyó en el gran grupo con algo más de 1.000 kilómetros de fuga acumulados en toda la temporada. La etapa entró en el negociado de la victoria a cinco kilómetros de la ciudad de las dos mentiras, ya que en Puertollano nadie ha encontrado aún ni el puerto ni el terreno llano. Una competición de pocos kilómetros, pero intensa, con los esprinters ante otra oportunidad para su lucimiento.

No fallaron. Los que no quedaron entre algún amasijo de bicicletas se fueron a la recta de llegada, a dirimir sus cuentas. El Lampre y el Quick Step echaron el pulso al Liquigas. Boonen asomó su enorme figura, y Koldo Fernández su maillot naranja. Parecía que esta vez sí, pero el alavés, que sabe buscarse bien la vida para colocarse, volvió a entrar “con la pena de haber vuelto a disparar al palo.

El gol entró por la escuadra para Bennati, que alzó los brazos con el reluciente oro de su maillot en la ciudad manchega, con un tiempo de 4h.27.52. Su cuarta victoria en la Vuelta para este corredor de Arezzo que este año se llevó tres triunfos en el Giro de Contador. En el Tour tiene dos. Por algo será. El Ciudad Real seguirá defendiendo la prenda dorada.

Llega la primera cita importante de la Vuelta con la disputa de la contrarreloj individual en Ciudad Real, con un recorrido de 42 kilómetros que debe hacer la primera selección entre los favoritos, aunque el pronostico apunta a un especialista en la materia.

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