Integración y fútbol: un desafío a la burocracia
La integración de los menas (menores extranjeros no acompañados) en España a través del fútbol se ve frenada por la burocracia, que prohíbe el fichaje de menores extranjeros de otra nacionalidad, por lo que ahora el desafío es cambiar la normativa para que el deporte pueda ayudar a esas personas en su nueva vida. Un paso en favor de la integración ha sido que este mes el Consejo Superior de Deportes (CSD) ordenase a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que autorizase de manera “inmediata” la expedición de licencia deportiva a un menor inmigrante en un club de Tenerife.
Esta orden se produjo después de que el Diputado del Común denunciase ante el Defensor del Pueblo de España los problemas de ese menor y éste interviniese ante la entidad deportiva. Hay que tener en cuenta que si bien los motivos que procuran los fichajes de menores extranjeros en los clubes de fútbol de la elite internacional y lo que buscan ahora algunos equipos de cantera de Tenerife distan mucho entre sí, pero les rige la misma norma.
Así, el artículo 19 del reglamento de la FIFA prohíbe fichar a jóvenes de menos de 18 años que sean de otra nacionalidad con el objetivo de evitar la explotación infantil, y esta norma ha sido utilizada para sancionar a clubes como el Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid o Chelsea. Al mismo tiempo, impide que los menores migrantes no acompañados —cuya tutela corresponde al Gobierno de Canarias— puedan disputar las competiciones autonómicas y esto es algo que se intenta cambiar desde algunos clubes e instituciones.
Este artículo solo contempla unas excepciones que cuesta mucho tiempo demostrar y que consisten en que los padres se hayan desplazado junto al menor por motivos ajenos al deporte, que el traslado se haga entre países de la Unión Europea cumpliendo ciertos requisitos o que el lugar de destino se encuentre a menos de 50 kilómetros de la nación de procedencia.
En algún momento del proceso de recogida de datos, que en el caso de los menas consiste en entregar un informe que acredite la condición de refugiado, partida de nacimiento o test de edad, las solicitudes se rechazan
La otra circunstancia, y a la que tratan de aferrarse en la Isla, es que un menor sea un refugiado que haya arribado al país con o sin la compañía de sus padres, pero el papeleo es tan tedioso que la mayoría de los clubes desiste. Presentar la solicitud a la federación autonómica o insular, que esta la registre en la RFEF y esta a su vez lo envíe a la FIFA, con sede en Ginebra (Suiza), para que, en el mejor de los casos, la única respuesta recibida sea que es necesario aportar más documentación.
Por lo general, en algún momento del proceso de recogida de datos, que en el caso de los menas consiste en entregar un informe que acredite la condición de refugiado, partida de nacimiento o test de edad, las solicitudes se rechazan.
Después de haber realizado todos los pasos y no haber conseguido nada, la única opción posible es dirigirse al Diputado del Común. En el caso de Tenerife, este es el primer club que decide hacerlo, pero en España ya se ha llegado al Defensor del Pueblo en otras ocasiones.
Tras llegar al CSD se ha dado la orden de cumplimentar la ficha del jugador y según ha informado el Diputado del Común la pasada semana, esto se ha hecho porque se considera que, si no se federa al jugador, se incumpliría la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
“La Federación Tinerfeña de Fútbol no tiene potestad para admitir licencias, ya que estas se tramitan a través de la RFEF, que a su vez tiene que cumplir con las normas FIFA”
Con ello, todas las personas involucradas en el proceso se han llenado de esperanza. Una de ellas es el técnico de la Federación Tinerfeña de Fútbol (FTF) Giover Alegre, que asesora a los clubes en este proceso y que se encarga de las licencias del organismo. En declaraciones a Efe, Alegre ha indicado que la federación se encuentra “a la espera de instrucciones”, pero ha advertido que “no tiene potestad para admitir licencias, ya que estas se tramitan a través de la RFEF, que a su vez tiene que cumplir con las normas FIFA”. De hecho, si la Tinerfeña apuntara al jugador hoy, este no contaría con derechos como la mutualidad o el registro histórico deportivo y la organización tendría que pagar una multa, al igual que hicieron el Atlético de Madrid, el Barcelona o Real Madrid.
Además, cuando un caso llega al Defensor del Pueblo, este suele “resolverse de forma nominal”, y por lo tanto solo es válido para el deportista en cuestión. Es por ello que el problema es “un conflicto entre las leyes nacionales y de FIFA” y que la solución está en provocar un cambio a nivel internacional en el que se contemple que territorios como España o Italia viven una situación distinta a la de otros países por sus flujos migratorios.
Si bien la normativa tiene un buen fin está paralizando la situación de algunos clubes de aficionados, pues durante los últimos años Alegre ha asesorado una quincena de casos que han terminado en el cajón por lo complicado del proceso. Todos los implicados han visto en estos casos las intenciones “de integración” y por ello, Alegre mantiene la fe en que la FIFA preste atención y “pueda ver que no existe ningún interés de explotación infantil”, algo que parece posible ahora tras la resolución del CSD.
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