El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, promoverá un nuevo barrio en Las Palmas de Gran Canaria, dotado de 1.230 viviendas, en las dos parcelas que posee en Almatriche, una de las zonas de expansión de la ciudad, si no se construye en ellas un estadio para el club amarillo.
Este es el planteamiento que Ramírez desveló anoche a los periodistas antes de participar en la cena de fin de año del equipo, en la que recalcó que la prioridad del club es hacerse con la explotación del Estadio de Gran Canaria tras la reforma de más de cien millones de euros que costea el Cabildo de la isla de cara al Mundial de Fútbol 2030, del que será sede.
Sobre esta cuestión, que ha suscitado en los últimos días cruces de declaraciones entre la entidad amarilla y la corporación grancanaria, Ramírez ha reconocido que el club que preside tendrá que “pagar” por explotar “la nueva bombonera de Siete Palmas”, barrio donde se ubica el estadio de la isla, donde juega.
De esta forma, ha remarcado que “el Cabildo y la UD tienen una relación de amor eterno” que no se romperá por esta cuestión, que tendrá que dilucidarse en 2029 y respecto de la que se ha mostrado convencido en que las dos partes buscarán una solución que sea factible para ambas.
“Nadie entiende el Gran Canaria sin la UD y la UD no entiende la vida sin el Gran Canaria. Buscaremos una solución”, aseveró, según ha confirmado EFE este miércoles.
Ramírez ha avanzado, no obstante, que si el club no pudiera gestionar el futuro Estadio de Gran Canaria construiría un núcleo residencial en las dos parcelas que posee en la zona de Almatriche, en las que ejecutaría, como plan B, un residencial con 1.250 viviendas y locales de restauración y ocio, “el barrio de la UD Las Palmas” y estaría “a la espera”.
En cualquier caso, lo que sí ha reconocido es que “habrá que retornarle al Cabildo la inversión” millonaria que acomete en la reforma del Estadio de Gran Canaria para que una empresa privada, como es la UD, pueda explotarlo.
Ramírez ha aludido a lo que ocurre en Zaragoza, donde “se le da la explotación” del estadio del club de fútbol de esa ciudad “a capital extranjero”, y se ha preguntado “por qué no se la van a dar a la UD si todo el capital es canario”.
Con el deseo de que no existan conflictos, Ramírez ha aceptado que la “reclamación lícita e histórica de la UD no ha caído bien”, por lo que ha decidido “replegarse” ante el Cabildo de Gran Canaria, “uno de los mejores patrocinadores y la institución que nunca ha abandonado a la UD”, ha referido.