El Tenerife vence al Lorca y se pone a cuatro puntos de la promoción de ascenso
El CD Tenerife, pese a su grisáceo encuentro, se ilusiona de nuevo con la posibilidad de intentar el ascenso a Primera al despojar a un ya mustio Lorca FC de sus escasas esperanzas de permanencia.
La arriesgada estratagema inicial murciana de la defensa a ultranza de su puerta no sólo no surtió los efectos previstos sino que, además, casi que en todo un peligro estímulo para que su rival tinerfeño asediase su portería.
Esta defensiva lorquina ya en el minuto 4 vio como Longo le proporcionaba un serio sobresalto, un balón desde la derecha de Luis Pérez lo controló el italiano, se dio media vuelta y chutó, pero el balón se le fue por arriba del larguero.
Pero un minuto más tarde la segunda aproximación blanquiazul resultó letal para la hueste murciana, un largo pase de Alberto lo aprovechó Suso para deshacerse del cancerbero y marcar con su pierna izquierda a puerta vacía.
Al filo del primer cuarto de hora, primero el local Alex Mula lo intentó con un disparo que se le fue por arriba del larguero, y a renglón seguido fue el visitante Emmanuel Apeh el que cabeceó peligrosamente junto a la cepa del poste un centro de Fede Vega.
De aquí al descanso y con el balón moviéndose en centro del campo, sólo reseñar un centro del local Acosta desde la derecha que desvió Fran Cruz y Dorronsoro, en dos tiempos, pudo evitar que el balón alcanzara su red.
Tras la reanudación el cuadro visitante optó por una apuesta algo más ofensivo, de ahí que en los primeros instantes disparó a puerta más que en el primer periodo, primero Ojeda, desde el borde del área envió el balón por arriba del larguero, y a renglón seguido Peña, desde unos treinta metros, disparó junto al poste.
La réplica tinerfeña llegó en el minuto 52 con un lanzamiento de falta de Acosta, pero Dorronsoro se estiró lo suficiente para enviar el balón a córner, idéntico procedimiento el empleado por Dani en el 56 para detener un disparo raso de Javi Muñoz.
Con el encuentro en una tediosa fase, Bryan Acosta destrozó por completo la misma, no sólo por afianzar a su equipo en el marcador, sino también por frustrar cualquier posibilidad de reacción de su rival, después de anotar el segundo tanto con un disparo raso, tras una jugada personal de Alex Mula.
Instantes después fue Nando el que pudo reducir la diferencia, pero cruzó en exceso su disparo raso, mientras que el argentino Aveldaño, ya en la recta final, también puso en un serio brete al cancerbero visitante al cabecear una falta, pero un oportuno guante del meta envió el balón a córner.