Manolo Jiménez se despide del Sevilla: “Me tengo que ir, pero no me quería ir”

Avala a Antonio Álvarez como su posible sustituto, ante la negativa de Luis Aragonés

SEVILLA, 25 (EUROPA PRESS)

El ya ex entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, comentó hoy en una extensa rueda de prensa que se tiene “que ir” del banquillo nervionense, después de la decisión del club en la noche del pasado martes de prescindir de sus servicios, aunque confesó que no se “quería ir” de la entidad.

El técnico, que compareció acompañado por el subdirector general deportivo, Monchi, se mostró conciliador, y agradeció, incluso, las críticas recibidas.

“Me han hecho madurar y crecer, al igual que mi afición, que es inconformista y la aplaudo por ello. Y también a ustedes, a la prensa, especialmente a los más críticos porque es cierto que me habéis hecho crecer y ser mejor persona y mejor profesional”, indicó.

Y es que Jiménez remarcó que no guarda rencor a nadie. “Siempre lo he dicho y lo ha dicho mi presidente, que yo dependía de los resultados y en los dos primeros años se han conseguido. Habéis estado ahí, exigiéndome y yo autoexigiéndome. Os lo tengo que agradecer, porque donde vaya seguro que me servirá de mucho”, añadió.

Por encima de todo, Jiménez se declaró “tremendamente orgulloso de ser de pueblo, de Arahal, y de ser muy sevillista”, pero no eludió la parte de responsabilidad que le cabe en esta temporada, que calificó como“ de mucho desgaste” para el equipo.

“Yo soy el máximo culpable de todo lo que ha ocurrido y lo estoy pagando, pero las personas estamos de paso, no sólo el entrenador. Lo importante es que, en el futuro, se analice cómo han sido esas personas que han pasado por el club. Yo puedo ir, hoy en día, con la cabeza alta por la calle y el móvil no ha dejado de sonarme”, aseveró.

Sin embargo, Jiménez puso especial énfasis a la hora de hablar sobre la final copera frente al Atlético en la que, ahora, ya no podrá estar junto al Sevilla.

“Esa espinita que tengo de no poder levantar la Copa del Rey es lo que me pone más triste, porque habría sido una forma de engrandecerme a mí mismo. No ha podido ser, pero estaré desde mi asiento, apoyando a mi equipo y llevando sevillismo allí donde quiera que esté”, sentenció.

Para Jiménez, la presencia del Sevilla en la final de Copa tiene mucho mérito. “Se ha llegado tras jugar no ante equipos mediocres y la figura del entrenador ha tenido que ver mucho”. Además, opinó que “caer en octavos de la 'Champions' no es un fracaso”. “A mí sólo se me han pedido objetivos por ganar, y se han cumplido”, aseguró.

En el plano más emotivo, el preparador recordó que toda su vida ha estado vinculada a la casa blanquirroja. “Soy como un pulpo y quizás tenga tres corazones: el mío personal, el profesional y uno sevillista que se me ha curtido a base de años, de compañeros, de victorias, de fracasos... y que se ha forjado cuando llegué aquí con apenas 17 años”. No se va un entrenador más, se va un sevillista“, apuntó.

Por lo tanto, Jiménez asume que su deseo habría sido completar la temporada en curso. “Tengo la capacidad de cualquier entrenador y tengo el corazón sevillista, que me hará recordar a esta entidad como lo que es: mi casa. Me tengo que ir, pero no me quería ir”, declaró.

Con todo, eludió decir si estima injusta esa destitución en la que no observa en ningún momento mala fe. “Lo que considere yo da igual. ”Respeto la decisión enormemente, aunque me duele. El Sevilla tiene posibilidades reales de conseguir su objetivo. Me encontraba capacitado para alcanzar ese tercer puesto, de meternos en 'Champions', porque tenemos un magnífico equipo“, indicó.

Eso sí, Jiménez lamentó la falta de confianza que refleja ese cese.

“El club me ha destituido porque han podido aparecer nervios creyendo que no se va a alcanzar la 'Champions' pero, a día de hoy, estamos a dos puntos”.

“COMO CUANDO SE MUERE UN SER QUERIDO”

Nada de ello impidió a Jiménez admitir la perplejidad con la que recibió, tras dar la rueda de prensa posterior al partido ante el Xerez, la noticia de su destitución.

“En ese momento ni me lo creía ni me lo dejaba de creer. Conforme va pasando el tiempo te das cuenta, es como cuando se pierde a un ser querido. Con el transcurrir de los días se hará más duro, porque son once años yendo a la ciudad deportiva sin haber descansado un día, aunque entiendo que la directiva tiene que tomar decisiones”.

Manolo Jiménez quiere ver a un Sevilla exitoso de ahora en adelante. “Como han buscado lo mejor para mi club yo les deseo lo mejor, agradezco todo lo que me han dado, la pena es que no he conseguido todo lo que querría haber conseguido”, insistió.

Del mismo modo, aclaró que tenía “casi decidido no seguir” al frente del plantel. “Y digo casi --agregó-- porque nunca se puede decir de este agua no beberé”.

En cuanto a la actitud del presidente, José María del Nido, que hoy no estuvo en esta despedida, Jiménez se mostró convencido de que

“cuando esté más tranquilo personal y profesionalmente” hablarán personalmente. “Pero no tiene que darme más explicaciones”, indicó.

Por último, y dado que parece que Luis Aragonés ha optado por no entrenar al Sevilla, Jiménez avaló al que parece que puede ser su sustituto, otro 'hombre de la casa', como es Antonio Álvarez, sobre cuyo nombramiento no hay nada oficial aún. “Es un sevillista, un magnífico profesional, una excelente persona y un hombre del club. Confío, como sevillista, en lo que decida Monchi”, concluyó.

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