Uno de los mejores cursos desde el descenso
Pese a anteriores análisis, en los que profundizábamos sobre las carencias defensivas del equipo amarillo, así como la dependencia a Viera y a Vitolo, lo cierto es que la Unión Deportiva Las Palmas se marcha al parón invernal habiendo hecho uno de las mejores temporadas desde que el club descendiese a la categoría de plata del fútbol español.
Los 24 puntos conseguidos hasta la fecha solo fueron superados en un punto en la temporada 2008/2009 con Javier Vidales al cargo del equipo, aunque la marcha decayese hasta el punto de costarle el puesto al de Astorga. En las otras seis temporadas que el club afrontó en Segunda División desde el descenso de categoría en el año 2002, los números a estas alturas de la competición eran sensiblemente peores, destacando los 14 puntos del 2007, con Juan Manuel Rodríguez al cargo, como el año más nefasto.
Incluso, el curso actual supera a la temporada 2002/2003 de Josu Uribe, en la que el club se quedó a las puertas de ascenso al final del año, quedando en sexta posición, a tan solo tres puestos de los que daban pasaporte directo a la máxima categoría.
Si algo destaca este año es el equilibrio de los datos que ofrece la tabla clasificatoria. Seis encuentros ganados, seis perdidos y seis empatados, además de 22 goles a favor y 22 en contra. Aunque de esta lectura solo pueda sacarse un análisis anecdótico, refleja los altibajos que ha tenido el club en el transcurso del año, quedando finalmente compensadas las malas actuaciones con las buenas.
Estos altibajos citados son lo que han motivado el descontento de la grada. Es cierto que el objetivo expresado por el club siempre ha sido el de la permanencia y, sobre el papel, siendo un equipo basado en un proyecto de cantera, la plantilla no daría para mirar más arriba. Sin embargo, el fútbol desplegado por los de Juan Manuel en algunos de estos 18 partidos y la calidad que albergan figuras como Jonathan Viera y Vitolo, invitan al respetable a soñar. Sueño del que despiertan radicalmente al presenciar actuaciones como las vistas en Soria, Huelva, Cartagena o Huesca.
Una irregularidad que puede verse claramente identificada si analizamos los goles encajados como local y como visitante. En el Gran Canaria, la portería de Barbosa es un auténtico fortín, convirtiendo al club insular en el más férreo defensivamente de la categoría en su faceta anfitriona con tan solo 5 goles encajados en 9 partidos. El cuento cambia si miramos más allá de los límites de la isla. Los 17 goles encajados como visitante, solo superados por los 21 del Sabadell, han propiciado que la Unión Deportiva solo haya conseguido dos victorias de los nueve encuentros disputados en tierras peninsulares, dejando una renta de puntos atrás imprescindibles para aspirar a lo más grande.
A seis puntos de los puestos de promoción y a otros seis de los de descenso. Una posición privilegiada y un buen inicio de Liga si hacemos caso al objetivo oficial planteado por el club y un tanto mediocre para los que piensan que la Unión Deportiva Las Palmas tiene potencial para mirar más arriba. Juzguen ustedes mismos.