Trasladan hasta Gran Canaria a cinco pilotos heridos en el Rally Dakar
Cinco pilotos que resultaron heridos en el Rally Dakar han sido trasladados e ingresados en hospitales de Gran Canaria, a donde llegaron la noche de este jueves por vía aérea, informaron fuentes hospitalarias.
Dos de ellos fueron llevados al Hospital Doctor Negrín, donde se les ha realizado pruebas y se les ha diagnosticado luxación de cadera y fractura de fémur, respectivamente, detallaron.
Los otros tres heridos son pilotos de moto de nacionalidad española y francesa, agregaron fuentes de la empresa de ambulancias Sur Canarias.
Estos tres pilotos, que se encuentran policontusionados, llegaron en un avión ambulancia y fueron recogidos en el aeropuerto de Gran Canaria por tres vehículos de Sur Canarias a las 20.40 horas y poco después llegaron a Urgencias del Hospital Insular, donde fueron tratados.
Sainz y Coma no flaquean en Mauritania
Carlos Sainz y Marc Coma mantuvieron alta la bandera española en el rally Dakar porque no flaquearon en el primer contacto con las dunas mauritanas, que se saldó con victorias de dos corredores que no conocían hasta ahora el primer escalón del podium.
El español Jordi Viladoms en motos y el estadounidense Roby Gordon en cuatro ruedas sorprendieron a los grandes favoritos para conocer el sabor de un triunfo en la arena del Dakar, en una larga etapa de 817 kilómetros, 394 de ellos sometidos a la dictadura del crono, entre la ciudad marroquí de Tan Tan y la mauritana de Zuerat, agravados por el viento, el consiguiente polvo y, por momentos, la inesperada lluvia.
A sus 27 años, Viladoms, fiel escudero de Coma, se llevó una agradable sorpresa, la consecución de un sueño que inscribe su nombre en el selecto grupo de los aventureros del desierto.
Superó en la meta a Coma en 57 segundos, al estadounidense Chris Blais en un minuto y al también español Isidre Esteve, segundo de la general, en 3:08.
La etapa fue una buena operación para Coma. Recuperó los dos minutos cedidos ayer sobre Esteve y vio como el resto de sus rivales se alejan a, al menos, tres cuartos de hora en la general.
Particularmente desgraciado se presenta el Dakar del francés Cyril Despres, segundo del año pasado y ganador de hace dos, que en 2007 acumula los percances. En un intento de recuperar el camino perdido, decidió buscar una ruta paralela a la de los otros favoritos, una táctica arriesgada que se volvió en su contra.
Como si de perro flaco se tratase, el piloto francés vio como su caja de cambios volvía a fallar y le obligaba a recorrer los últimos cinco kilómetros en primera.
La lectura más clara tras el primer envite mauritano la hizo Esteve cuando afirmó que las diferencias en la general “no son nada”, porque los pilotos tienen todavía muchas dunas que negociar.
Una lectura que puede aplicarse también a la categoría de cuatro ruedas, en la que Sainz sigue dirigiendo al grupo de favoritos mientras el peligro del desierto crece jornada a jornada.
El viento y la arena no impidieron hoy que el Tuareg de Sainz entrara cuarta posición y que, de entre los capos de la carrera, sólo el francés Jean-Louis Schlesser y el sudafricano Giniel de Villiers, que también corre con Volkswagen, le recortaran tiempo.
El pleno de Tuareg en el podium provisional lo completa el portugués Carlos Sousa, al que todavía le dura su renta para mantener la tercera plaza.
La carrera podría resumirse a un mano a mano entre Sainz y De Villiers si no fuera porque toda la caravana del rally contiene la respiración a la espera del ataque de los Mitsubishi Montero, que aguardan agazapados en la clasificación la llegada de terrenos más proclives a sus intereses.
El ex esquiador francés Luc Alphand, que busca su segundo Dakar consecutivo, encabeza la persecución de los Volkswagen, aunque acumula ya casi 24 minutos de diferencia sobre Sainz, mientras que Stéphane Peterhansel está a 25 y el español Nani Roma a más de 37.
Sainz fue claro al reconocer que mañana puede venir el ataque de los Montero, en vísperas de la jornada de descanso y con una etapa más desértica, más mauritana y más dura, que algunos no dudan en colgar el cartel de reina.
Mientras, Gordon tuvo su momento de gloria en el Dakar. Un apasionado de la velocidad con pinta de actor de Hollywood, forjado en la Fórmula Nasdaq de Estados Unidos y que un día se enamoró de la aventura del desierto que hoy le ha encumbrado.