La UD da por perdida la concesión de obra pública de la Ciudad del Agua
No habrá proyecto amarillo en la Ciudad del Agua y del Deporte. Es más, como tal, si no tercia un cambio de criterio radical entre los técnicos y el grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria, la Ciudad del Agua y del Deporte dejará de existir en septiembre. La UD Las Palmas SAD, o más concretamente, su presidente Miguel Ángel Ramírez, ya da por perdida la concesión de obra pública. Su discurso del pasado miércoles en el Estadio de Gran Canaria fue más un testamento del proyecto y una reubicación de sus planes de futuro que un pulso al presidente José Miguel Pérez, con quien departió en el descanso del encuentro y hasta retrasaron su vuelta al palco unos minutos, comenzada ya la segunda parte del Las Palmas-Levante.
Ramírez defiende la calidad del proyecto presentado por la UD, abierto a las modificaciones que considerasen técnicos y políticos de la Casa Palacio. Como el propio desmadre de instalar piscinas al aire libre en una zona donde, de octubre a marzo, el frío es considerable hasta en las mismas butacas del Estadio de Gran Canaria. Todo aficionado de la UD lo sabe y lo ha sentido en sus carnes.
Lo cierto es que los ofertantes, en este caso el Grupo Ralons en nombre de la UD Las Palmas SAD, tienen claro que el concurso quedará desierto y no habrá derecho a indemnización alguna. Eso sí, cuentan con la buena voluntad y el apoyo que casi siempre ha mostrado el Cabildo de Gran Canaria -menos en la etapa inicial del proceso concursal- hacia la UD Las Palmas. Y el deseo de que la Institución planifique al menos tres campos de fútbol 11, dos artificiales y una de hierba natural con graderíos, en la zona donde se iba a levantar la Ciudad del Agua y del Deporte.
En el caso de la Ciudad Deportiva Barranco Seco, cuyo proyecto inicial estimaba en tres campos de fútbol 11 y otro más de fútbol 7 la obra financiada con la ayuda del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, los informes medioambiantales de los técnicos insulares dejan el proyecto en la mitad. Sólo se permitirá contar con un segundo campo de fútbol además de existente. Como fue toda la vida en Barranco Seco.