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El profesional del campo canario solo se queda con una tercera parte del precio final de sus productos frescos

Venta de hortalizas y frutas en un establecimiento comercial, en una imagen de archivo

D. M.

Santa Cruz de Tenerife —

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No hay mejoría, sino todo lo contrario. La parte más sabrosa de este bacalao se la sigue llevando la cadena de distribución-comercialización en Canarias. Según las estadísticas resultantes de la elaboración del índice de precios origen-destino (IPOD) que realiza la organización profesional agraria COAG-Canarias (en este caso del mes de abril de 2019), el panorama no ofrece variación relevante alguna de interés para los profesionales agrarios y resulta por lo tanto un asunto desalentador para el agricultor y el ganadero locales.

En el mes de abril pasado, según los registros ofrecidos por el IPOD de COAG-Canarias, el precio de los productos agrarios frescos de Canarias se multiplicó casi por tres en su paso del campo local a las estanterías del supermercado o la tienda donde el consumidor final adquiere esos mismo artículos.

Así se tiene que en abril pasado, según el dato promedio para las islas, lo que el profesional del campo canario comercializó a un euro por kilo se terminó comprando por el cliente final a un valor de 2,85 euros, lo que significa casi multiplicar por tres el precio de venta al público respecto al de origen y solo dejar en un tercio la renta generada por esa operación comercial para el agricultor-ganadero.

Según ha difundido la organización COAG-Canarias, en los meses de marzo y abril de 2019, hay una tendencia al alza del IPOD en lo que se refiere al diferencial entre lo que pagan los consumidores por los productos agrarios frescos y lo que reciben agricultores y ganaderos locales por esos mismos artículos. Esto es así porque se ha pasado de 2,36 puntos de diferencial promedio en el mes de febrero a 2,54 y 2,85 en marzo y abril pasado, respectivamente.

Esa evolución entre el precio de compra inicial, en la tierra, y lo que se paga en la caja del súper significa que ha habido un incremento continuado durante el primer cuatrimestre del año, como ya se ha relatado y sobre todo porque en el mes de abril los consumidores canarios han pagado como promedio 2,85 euros por kilo por los artículos comprados a los agricultores de las islas a solo un euro.

El análisis de los datos de abril pasado también muestran que hubo determinados productos que mostraron diferenciales muy por encima de la media de 2,85. En este grupo, destaca el calabacín, cuyos precios entre origen y destino se multiplicaron por 11,04, con un pago al agricultor de 0,12 euros/kg, mientras que en los lineales de las tiendas ese producto se encontraba a 1,33 euros/kg.

En el caso de la papaya, los consumidores pagaron 1,94 euros/kg por un artículo fresco por el que los agricultores recibieron únicamente 0,28 euro/kg, lo que supone un diferencial de 7,05. El tercer producto agrícola con mayor diferencial, de 4,98, fue el pepino, por el que los consumidores pagaron 1,62 euros/kg, mientras que los productores hortícolas de las islas solo ingresaron 0,33 euros/kg.

Respecto a las producciones ganaderas, el mayor diferencial se produjo para la ternera, por la que el consumidor pagó 3,54 veces lo obtenido por el ganadero.

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