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Remontada de la acuicultura en Canarias, que fija su récord histórico de producción en 2016

Explotación acuícola en la bahía de Los Cristianos, municipio de Arona (Tenerife)

D. M.

Santa Cruz de Tenerife —

La producción acuícola en Canarias, toda realizada en granjas marinas, ha superado su primera gran crisis de producción desde que este negocio se implantó con fuerza en Canarias, hace ahora algo más de 20 años.

Según se recoge en las estadísticas oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias (que dirige Narvay Quintero), actualizadas hasta el año pasado, la producción de ese pescado, sobre todo de las especies dorada y lubina, alcanzó en 2016 un nivel histórico al superar las 9.000 toneladas (9.046).

Ese umbral de oferta apta para la comercialización, el más elevado desde que existe la actividad de cría y engorde en cautividad en el archipiélago, representa un incremento del 42% respecto al registro de 2011 (6.385 toneladas), año a partir del cual ese negocio sufrió un serio revés en Canarias, con descensos encadenados en la producción hasta 2014 debido a la existencia de muchos proyectos fallidos. Tras este ejercicio, se activó la recuperación con fuerza, lo que condujo al citado mejor registro de producción, el de 2016.

El año pasado, siempre atendiendo a las mismas variables oficiales, la acuicultura de mar aportó a los productores locales, según el cálculo realizado en primera transacción y sin contabilizar las ayudas directas del llamado programa comunitario Posei-Pesca (que no se pagan desde 2014), un total de 41,5 millones de euros, lo que supuso mejorar en casi ocho millones de euros (34 millones) el resultado del ejercicio anterior, 2015.

Marcando distancia respecto a la pesca extractiva fresca

Con ese valor de la producción acuícola, el de 2016, la acuicultura aprieta el acelerador y se distancia, casi hasta duplicar, de la generación de riqueza por la pesca fresca en las islas, y ello pese a que Canarias lleva seis años consecutivos con zafras de túnidos bastante aceptables.

En 2011, la flota artesanal de las islas capturó casi 9.000 toneladas de pequeños y grandes pelágicos, con dominio espectacular de los túnidos (los grandes), principalmente de las especies tuna, barrilote, listado y rabil. El atún rojo, protegido y con plan de recuperación aprobado por la ICAAT, se pesca según cuota asignada a Canarias por año, que es muy baja y suele estar por debajo de las 200 toneladas.

En 2016, la pesca extractiva y fresca de pelágicos, toda la que practican las flotas de litoral y bajura con base en puertos de las islas, llegó a 13.559 toneladas, un registro significativo. Esa producción permitió un ingreso global a los pescadores de pelágicos, en primera transacción y sin sumar los apoyos directos, de 24,8 millones de euros, una cifra a gran distancia de la protagonizada por la acuicultura para el mismo año de 2016.

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