Espacio de opinión de Canarias Ahora
Chavismo y Participación Ciudadana
Se podría crear en el Parlamento una comisión de estudio sobre los cambios políticos en Venezuela. Costaría lo mismo que la de los niños desaparecidos, pero sería más útil y no haría daño a familias angustiadas. Se trata de evitar esa empanada mental parlamentaria que existe con Hugo Chávez. Por ejemplo: PP Manolo piensa que Santiago Pérez se parece a Hugo Chávez. Santiago Pérez piensa que Paulino Rivero quiere ser como Chávez y que PP Manolo es Berlusconi. Conclusión: en Canarias Chávez preside el gobierno, Berlusconi lleva la consejería de Economía, Hacienda y calcetines automáticos, y el portavoz de la oposición es Hugo Chávez.
Acabo de escribir dos párrafos llenos de machangadas basadas en las aportaciones del gobierno Paulino Chávez- José Manuel Berlusconi y de la oposición representada por Santiago Chávez. Ahora hablemos del Anteproyecto de ley de Participación Ciudadana que promueve el gobierno de Chávez-Berlusconi y que es atacada por Santiago Chávez. El caducado consejo consultivo de Canarias considera que este proyecto invade competencias del Estado, de los cabildos y de los ayuntamientos. Lo curioso es que también lo cree el cabildo de Tenerife, así que alguna razón tendrá. También critica que se use una nueva ley para regular aspectos que ya están recogidos en otras leyes.
Antes del pronunciamiento del Consejo Consultivo emitió un dictamen el Consejo Económico y Social. A ambos organismos el Gobierno les solicitó un dictamen “por la vía de urgencia”, lo que significaba pedirles que estudiasen el anteproyecto de ley en 15 días en lugar de un mes. Son las cosas del Gobierno de Paulino, ya hizo la ley de Medidas Urgentes, Faustino García Márquez criticó de forma urgente la Ley porque atenta contra lo que dice defender, fue destituido urgentemente por Paulino, depués Rita Martín convocó un concurso “urgente” para pagar a Intereconomía y Época los servicios prestados. Este gobierno debe pensar que cuando hacen una cosa urgente los demás no nos damos cuenta de que están metiendo la pata. Así les va, así nos va.
Quiero dejar claro que me parece muy bien que este matrimonio CC-PP, que lleva en el machito de la autonomía 20 años, apueste a hora por la Participación Ciudadana. Después de tirar a la basura sin permitir su debate varias iniciativas legislativas populares, después de despreciar a organizaciones pro Ley de Dependencia, por una sanidad pública, al Foro Canario de la Inmigración y a toda la gente que se haya organizado por su cuenta y sin control ni subvención gubernamental, después de hacer un reparto de licencias TDT a algunos chiringuitos de telepredicadores, después de acumular todas antecedentes en tan poco tiempo, pues me parece positivo que hayan elaborado un Plan de Participación Ciudadana, y se hayan reunidos con la ayuntamientos y organizaciones sociales para promover una ley.
Dice el portavoz del PSC-PSOE que la ley pretende controlar a los colectivos sociales. No me extraña. Lo que no entiendo es que los concejales de Participación Ciudadana de ayuntamientos del PSOE se hayan reunido con los promotores de la ley y no hayan dicho ni mú. Por lo menos no han realizado ninguna crítica pública. Que Santiago Pérez meta a Hugo Chávez en este debate no aclara el panorama. Sobre todo porque hemos visto que el PSOE considera democrático que en Europa se convoque referéndums para que los ciudadanos opinen sobre una propuesta de Constitución, y cuando en países tan importantes como Francia se rechaza el Tratado, pues se suspenden los referéndums y se sigue adelante con el proyecto de Constitución, bueno se le cambia de nombre. Aceptar estos hechos y criticar que Hugo Chávez convoque referéndums “plesbicitarios” tiene todo el tufillo a eurocentrimo, a discurso de “oye, indio, la democracia la defino yo”.
También le puso muchos peros al anteproyecto de Ley de Participación Ciudadana el Consejo Económico y Social. El órgano asesor (formado por empresarios, UGT, COOO y consumidores) advierte que no se puede dar participación ciudadana en temas de concertación social (laboral, económico y social), pide que se diferencia participación ciudadana de participación institucional, y además reprocha que no hayan hecho “un informe sobre la repercusión de esta ley sobre la libre competencia en el mercado, la libertad de empresa y los derechos de los consumidores.” Todo un alegato neoliberal. impropio de unos sindicatos (UGT y CCOO) que se denominan de clase obrera. El CES insiste en diferenciar participación ciudadana de participación institucional. Las instituciones solo para los “mayoritarios”. A mí no me salen las cuentas porque estos dos sindicatos suman algo más de 80.000 afiliados, y la población activa en Canarias supera el millón de personas. Lo mismo se puede decir de la representación patronal y el número de pymes en las islas.
Habrá que estar atentos al proyecto de Ley de Participación Ciudadana que acaba de llegar al Parlamento. Creo que es una oportunidad para que el desprecio que los diputados han hecho a las iniciativas legislativas populares no se vuelva a repertir. También debería aprovecharse para crear espacios de debate que superen a organismos como el Consejo Económico y Social, que ignoran a la tercera fuerza sindical de Canarias y quieren tener el monopolio de la representación de trabajadores, empresarios y desempleados. Está claro que el funcionamiento de los partidos políticos y de los sindicatos y patronales oficiales no es un ejemplo de democracia. El último ejemplo es el Pacto por el Empleo y la Economía (¿?) firmado por el Gobierno canario, la UGT y CCOO en la campaña electoral europea. La secretaria general de UGT lo firmó sin consultar a la dirección de su sindicato. Eso es lo que tenemos. Será difícil ir a peor.
Juan GarcÃa Luján
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