Cordura y responsabilidad

En el colmo de los despropósitos, no sólo no entonan el mea culpa o el “yo pecador”, sino que se niegan a arrimar el hombro para salvar los muebles de todos. Muy al contrario, la consigna a seguir es criticar, malear, desinformar o entorpecer cualquier medida que pueda acercar una salida sin más sacrificios para los de siempre, para los que son mayoría en esta sociedad, para los que ahora necesitan más que nunca de comportamientos responsables, inteligentes y solidarios de sus dirigentes. Pareciera como si en el fondo vivieran en la gran contradicción de que necesitan que las cosas empeoren para así hacer más llano su retorno, pero al tiempo quieren tener los riesgos que esa aventura conlleva bien controlados porque, como siempre, aquí los intereses que quieren poner en juego no deben ser los propios sino los generales.

Es cierto que las comparaciones son odiosas pero muchas veces también clarificadoras. Esta semana el gobierno de esta ciudad ha dado definitivo curso al trámite que permitirá el pago de la deuda que tenía contraída con sus proveedores y que fundamentalmente abarca el período 2003/2007. Mil pequeñas y medianas empresas, de las que probablemente también dependen miles de trabajadores, verán hecho realidad el cobro de unas facturas que seguro contribuirán a mitigar ahora las dificultades del momento que atravesamos. Esta semana también el Foro municipal contra la crisis, instrumento que agrupa a los principales agentes económicos, sociales, políticos y culturales de esta ciudad, presentaban una propuesta conjunta, concreta y viable al Presidente del Gobierno de Canarias y dos de sus consejeros, para que colaboren junto al Ayuntamiento y otras administraciones a paliar las situaciones de emergencia social existentes en el municipio y en la revitalización económica del mismo. Propuesta, todo hay que decirlo, bien recibida y asumida con responsabilidad por el presidente canario. Y finalmente esta semana también se ha dado el definitivo espaldarazo para que las casi cien obras públicas previstas en Telde gracias a la gestión de distintas iniciativas de inversión estatal e insular, estén a partir de las próximas semanas en proceso de ejecución. Todo un conjunto de actuaciones en definitiva que, sumadas a otras de menor calado, colocan a la ciudad en disposición de hacer frente unida y firme a sus problemas, sus dificultades y sus retos. Pero he aquí que, también en Telde, hay quien no tiene remordimiento alguno por las herencias dejadas, quien no está dispuesto a remar a favor de los intereses generales y prefiere instalarse en unas filias y fobias que a nada conducen. Hay en esta ciudad quien cree que arrimar el hombro es sinónimo de su muerte política cuando, tal vez, es la única salida responsable que le queda para recuperar la credibilidad. Hay quien definitivamente parece preferir instalarse tras su propia barrera y encima jalear una inoportuna crispación, que trabajar junto a la mayoría social que quiere poner toda la carne en el asador para superar una situación que ahora debe ser la principal ocupación de todos. Que por llamamientos a lo cordura y a la responsabilidad no sea, porque aún están a tiempo.

*Alcalde de Telde

Aureliano Francisco Santiago Castellano*