Crecen las indignantes hambrunas en el mundo

En Madrid, se ha celebrado la semana pasada, una “Reunión de Alto Nivel contra el hambre”. A este cenáculo, en el que, como siempre, se expusieron y se prometieron, juraron y perjuraron, que cumplirían ?pero, que como es habitual no cumplirán?. Solo son palabras huecas, vacías y de buenas intenciones. Todo un tropel de hipocresías en esta banda de tahúres de la ficción y fariseísmo, que inunda la política en todos los puntos cardinales. En definitiva, convocan una reunión que solo les sirve para cumplir sus papeles teatrales, los de sus erróneas políticas, y únicamente de cara a la galería. Porque las indignantes hambrunas en el universo, siguen galopando junto a las acechantes parcas que cercenan sus infortunadas vidas.

En tormentosos tiempos, como los que estamos atravesando en nuestro país ?por mor de las codicias de las políticas neocon mundiales, especialmente de Europa, que nos devoran, aún sin pretenderla, en un Estado que goza de una ¿democracia soberana??. No hay que mirar hacia otros lares del globo para comprobar el hambre y las muchas calamidades, se están pasando también, y muy graves, en nuestro territorio nacional. Debemos, en parangón, volver la vista atrás, a la década de los sesenta hacia detrás, fecha que nos remite a tristísimas épocas de duras penurias hambrunas y otras necesidades para la vida. Y si no había para yantar, como necesidad primaria de las personas, nada había para cubrir otras miserias.

España ha reducido la cooperación al nivel más bajo de todos los tiempos actuales. Es el país de la OCDE que más ha disminuido sus cooperaciones sociales, dejándola en la mitad, con lo ofrecido en el año 2012. Ha acortado su aportación humanitaria en un inhumano 50%, según informa este organismo, menos que Portugal, Grecia, Italia y otros países europeos. España, solo aporta el 0,15%; Portugal el 0,27%; Irlanda el 0,48%; Reino Unido el 0,56%; Alemania el 0,38%; Francia el 0,45%. Bien sabemos que la ayuda humanitaria nunca ha sido para este Gobierno central, una obligada y responsable prioridad. Ha reducido descaradamente, de 4.170 millones de dólares a 2.100. O sea, que ha caído en un 70%, desde el año 2008, en que se alcanzó los 6.700 millones de dólares, habiendo sido el máximo, sin precedentes, en la cooperación española.

El presidente del Gobierno de España, manifestó en la sede de la ONU, en septiembre pasado, reiterar los compromisos españoles con los Objetivos del Desarrollo del Milenio, en su preocupación por el hambre en el Sahel y otros lugares del planeta. También, entre los parlamentarios españoles se jactaba, hipócritamente, de la cooperación que hace actualmente su gobierno. Aunque esta ayuda haya disminuido tan radicalmente, que ha alcanzado los ridículos guarismos de los años noventa. Una cosa es predicar, y otra dar trigo. Que es precisamente lo que urgentemente necesitan todas esas masas de gentes, para poder subsistir, además de otros menesteres vivenciales. El gobierno de este pacato presidente del plasma y su inepto gobierno, ha disminuido las becas, las enseñanzas y la sanidad, hasta extremos de los años sesenta. No colmará, con sus pírricas ayudas el hambre del África subsahariana y otros países acuciados por las hambrunas; los apoyos escolares a Latinoamérica; los empleos rurales en Haití, etc.

La crisis es la torpe y embustera excusa del Gobierno central y Autonómicos, para dar un gran tajo a las cooperaciones sociales y a las ayudas al desarrollo de los países más pobres (de los más de 1.300 millones de personas que malviven en el planeta con menos de un dólar diario), y por ende, los más necesitados en sus míseras vidas, en todo el mundo. Éstas están actualmente a años luz, con la caída desde el años 2009, del PIB español, y la indolencia (porque tampoco estaba en sus inexistente y estériles programas políticos humanitarios), de estos gobiernos insolidarios de la derecha que nos aflige sin conmiseraciones. Este presente año de 2013, se propuso reducir 300 millones de dólares para la cooperación. Que al paso que vamos, en vez de dar, tendremos que recibir.

La pobreza y el hambre son las espoletas que crean el más agresivo terrorismo, más aún que las ideologías imperantes en todos los países. Más de cuatrocientas organizaciones humanitarias exigieron al Gobierno de Zapatero, en el año 2004, que se llegara al 0,7% del PIB, comenzando por incrementarlo paulatinamente desde aquellos años. Eran tiempos del monstruo de barro que supusieron las economías surgidas de las burbujas del ladrillo. Todo quedó en promesas, máxime cuando ocupó la Moncloa el señor 'Recortajoy'.

El Gobierno central no tiene ninguna disposición en su “dadivoso” catolicismo practicante, cuasi de misa diaria y sin cumplir con sus obligados mandamientos eclesiásticos, ofreciendo ayuda al resto de los que pasan penurias de hambres y extremas pobrezas. Pero debemos estar muy contentos y no afligirnos tanto en nuestra ética y solidaridad, porque ya han contratado, los sesudos políticos de negocio fácil y a botepronto, el gran casino Eurovegas, con el cuantioso gasto que ofrecerá gratuitamente, del dinero de las arcas públicas, para que el yanqui se lucre con la prostitución de alcurnia, la ludopatía y el blanqueo de divisas, de los capos mundiales. Que según declaraciones del propio 'gran jefe' Adelson, sobre los políticos españoles del PP: “Se tragan las cosas más ridículas”. “He elegido a España porque es el país más idiota del mundo”. Y a otra pregunta: “Es posible que sean idiotas y analfabetos sus políticos”.