La dedicatoria por Juan Montero

¿Cuántos más han de morir para que otros vivan sobrados?. ¿Cuántos deben aún morir de hambre, verdadera arma de destrucción masiva y causa principal de muerte hoy en el planeta, para que los bulímicos simplemente les dejen comer?. ¿Cuántos tendrán todavía que perder vida, identidad y nombre buscando, paradójicamente, reconocimiento?. Pero... ¿cuántos también tendrán que prostituirse durante más de sesenta horas semanales por un sueldo de mierda?. Prostituirse porque, hablando en plata, deberíamos olvidarnos de la palabra trabajo, al menos aquellos para los que esta palabra guarda todavía asomos de dignidad. ¿Cuántos serán secuestrados y torturados con todas las de la ley?. ¿Cuántas veces nos preguntarán hasta que respondamos “sí”?. ¿Cuántas “vaquitas” tendremos que hacer para pagar los delitos de los que nunca delinquen?. ¿A cuántos fascistas tendremos que sostener, democráticamente, también en nuestros propios países?. ¿A cuántas iglesias habremos de pagar nuestro canon de servidumbre?.

Steve Biko, héroe y mártir de la revolución contra el apartheid en Sudáfrica decía: “... El arma más potente entre las manos del opresor es la mentalidad del oprimido”. El filósofo francés Michel Foucault nos propone la obediencia como el concepto político fundamental y añade: “... El auténtico enigma no es, en efecto, saber porqué se han podido erigir formas delirantes de poder, sino qué es lo que las ha vuelto aceptables, soportables, deseables para los gobernados...”. Y, citando a La Boétie en su “Discurso sobre el servilismo voluntario”, concluye: “... El verdadero escándalo no es el del poder, el del abuso de poder, sino el de la obediencia, el del exceso de obediencia...”.

Y para terminar, la dedicatoria que motivó este artículo. Es de la intelectual y activista maliense Aminata Traoré y abre su libro-respuesta a las necias palabras de Sarkozy en Dakar, en la universidad Cheikh Anta Diop, el pasado 26 de julio de 2007. El libro se titula “L'Afrique humiliée” (África humillada) y la dedicatoria dice así: A aquellos y aquellas a quienes el orden del mundo obliga a viajar y a vivir en la sombra, el miedo y la vergüenza. A fin de que cada uno sepa y ninguno se equivoque deliberadamente de enemigo, de desafío y de combate.

Juan Montero