Espacio de opinión de Canarias Ahora
En defensa de nuestras momias
Contaba Viera y Clavijo que “Nada es tan interesante en la historia de los antiguos isleños como el singular desvelo con que se esperaron en honrar la memoria de sus difuntos y preservar de la corrupción los cadáveres”. La operación tenía su trabajito, por eso no se momificaban todos los muertos. Ponían el cadáver sobre una mesa, lo diseccionaban, le sacaban las entrañas y lo lavaban varias veces con agua fría y sal. Después, según cuenta Viera y Clavijo, ungían todo el cuerpo con manteca, hierbas aromáticas, corcho de pino, recina de tea, polvos de brezo y otros absorbentes. Luego ponían el cuerpo al sol. Después de quince días los envolvían en pieles de cabras y ovejas, y metían los cuerpos en las cuevas más inaccesibles, con alguna marca para distinguir a unos de otros.
El mismo proceso debió pasar la momia que lleva 200 años en Madrid. En su día alguien la debió encontrar en el barranco de Erques, cerca de Güimar. En el museo de La Plata, en Argentina, existen también momias guanches. Con los aborígenes canarios, vivos o muerto, se traficó durante siglos. Hoy la historia nos sitúa en mejor posición, y ahora somos receptores de personas con las que se trafica, se les explota en nuestros campos, en los trabajos doméstico o en casas de prostitución que se anuncian en los periódicos. Son personas que también deberían tener derecho a trabajar y descansar en su tierra, como la momia guanche, pero aquí están esclavizadas a la vista de todos, se las puede localizar llamando por teléfono a un anuncio clasificado de cualquier periódico de papel.
Estaría bien que el señor Melchior extendiera su preocupación por los difuntos guanches de clase alta a los muertos de clases populares, que fueron asesinados después del golpe de Estado de Franco. Muchos de sus cadáveres están en el fondo de algunos pozos de nuestras islas. El gobierno canario forma parte de la vergonzante lista de ejecutivos autonómicos que no ha apoyado la creación de un mapa de las fosas comunes franquistas. Los familiares de aquellos sindicalistas, obreros y militantes de la izquierda que fueron asesinados por los falangistas tienen derecho a enterrar a sus muertos con dignidad, que descanse la momia tinerfeña y que descansen los vencidos por el fascismo.
En la historia de Canarias de Viera y Clavijo se cuenta que se momificaban los cadáveres de reyes y personajes. Digo yo que quizá dentro de 100 años nuestros nietos tendrán derecho a ver las momias de los actuales padres de la patria. Como presidente del cabildo y hombre sensible a las momias Ricardo Melchior debería ponerse ya a la tarea y proponer un plan para embalsamar a algunos de los actuales próceres isleños cuando sus corazones dejen de latir. En algunos casos será más difícil la tarea de dejar los cuerpos incorruptos. Después de una vida y una gestión política con tantas trampas, tantos atracos al código penal, tantos negocios oscuros, tanta complicidad pública con pelotazos privados?Esos cuerpos deben estar llenos de material corrompido, habrá que limpiarlos muy bien.
Se trata de pensar en el futuro. En el derecho de nuestros tataranietos a ver las momias de los actuales padres de la patria, de algunos alcaldes ilustres, de algunos consejeros promotores de asesinatos masivos de endemismos canarios, de algunos vicepresidentes que han dejado huellas imborrables en su gestión al frente de diferentes instituciones?Hagamos un plan de momias canarias. Demos a nuestros nietos el derecho que a nosotros nos han negado: ver la imagen incorrupta de muchos de nuestros actuales gobernantes.
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Juan GarcÃa Luján
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