¿Destello o fogonazo?

El Gobierno ha optado por guardar silencio en atención a que se trata de asunto que está ahora mismito en el ámbito judicial. Y dice el vicealcalde de Santa Cruz de Tenerife, Angel Llanos, que “nada hay que objetar, nada que opinar, nada que reflexionar”. Que no objete me parece bien porque, en efecto, están de por medio los tribunales y ya son menos los que creen que detrás de la persecución judicial anda el Sanedrín de Vegueta; que Llanos no opine está mucho mejor porque ya saben las que larga este hombre cuando se le calienta el pico; en cuanto a reflexionar, no creo que se le haya pasado hacer el esfuerzo por falta de costumbre.

Además, ya reflexiona por todos nosotros Miguel Zerolo. Lo imagino dando los últimos toques a la siguiente entrega de la serie de artículos que lo han convertido en ideólogo principal del nacionalismo canario y dos huevos duros. De momento, el matutino santacrucero que tanto nos quiere a los canariones ya lo señala como la luz que habrá de guiarnos hacia la liberación nacional. A pesar de que su amigo Soria, cicatero como él solo, lo ha dejado en simple “destello” para no perder el echadero.

No le va a quedar más remedio a Zerolo que intentar ahora una de más efecto. Entre las cosas que se me ocurren figura la decisión soberanísima de por ejemplo, qué sé yo, hermanar Santa Cruz con Rabat. En lo que deberá darse prisa porque igual lo madruga Jerónimo Saavedra y se viene el hermanamiento para Las Palmas de Gran Canaria. Dicen las lenguas de doble filo que también va a tener Saavedra que dar un golpe de efecto de ese calibre porque anda por ahí cierto discreto sondeo que refleja la creciente decepción con su labor. No llega todavía a igualar a Luzardo, pero voluntad no le falta.

Volviendo al destello zeroliano, creo que Soria lo minimiza porque debe haber sido fogonazo del quince. Al menos así lo ha percibido el popular catalán Alejo Vidal-Quadras que sigue emperrado en que los de ATIcc son unos independentistas peligrosos. Sin contar que decir que alguien ha tenido un destello, pongamos de inteligencia, es un elogio que se le hace. Y el ¡arriba España!, otro destello.