Espacio de opinión de Canarias Ahora
Dulces sueños de juventud, convertidos en pesadilla
Allá por la década de los sesenta, arribé a la ciudad de los faycanes, Telde, hoy mi adoptiva tierra, y tuve la suerte de conocer a un chaval, cuya profesión era la de “Chico para todo” de la época. Niño de los recados, freganchín, ayudante de cocina, barman y todo aquello que a su patrón le viniese en ganas, raro espécimen que no rechazaba ningún trabajo por desagradable y mal pagado que estuviera. Pero su meta era prosperar, y haciendo el “atillo” con sus ropas, enrolado en un pesquero, fue a parar a la costa africana. Han pasado cincuenta años, y mi sorpresa ha sido que aquel chaval, recordaba mis pasos por su lugar de trabajo, y, leyendo las colaboraciones en éste diario digital, del que es asiduo lector topó con mi comentario, referido a los incidentes acaecidos en el Sahara Occidental, y poniéndose en contacto con los suyos, le facilitan el número de mi móvil, que por haber sido utilizado en un programa radiofónico ha estado al alcance de todos los teldenses. El “niño de los recados” cuya identidad guardaré, por su seguridad, me ha contado lo acaecido en aquella tierra, que para él fue de promisión, y en la que tiene una familia y, ya retirado, mantiene cierta actividad con sus hijos. Nuestro paisano, vive en la zona, aunque no está enraizado con los buenos vecinos saharauis, lo que a mi modesto entender, da cierto rigor e imparcialidad a los que a continuación les relato:
El día cuatro de noviembre, en la residencia del gobernador del Aaiún, un grupo de jóvenes de la zona se reúnen con el ministro del interior marroquí, con la finalidad de plantearle la grave situación de la juventud del Aaiún, ante la falta de trabajo y de formación, y piden, entre otras demandas que de la misma forma que se está facilitando tierras a los marroquíes para cultivar, se les cedan a ellos, constituidas las cooperativas, los mismo privilegios. Tan cordial fue la entrevista que después de varias horas de conversación, fueron invitadas a cenar. Más contentos que unas pascuas, los jóvenes hacen participe a sus seguidores de lo conseguido, que iba más allá de lo pensado. Pues se llegó a un acuerdo para que por medio de alguna fórmula oficial, los más necesitados pudieran disponer de una ayuda económica que el ministro cifró entorno a los 1.500 dirhams, para aquellos que careciesen de recursos. La felicidad era completa en el campamento de la Dignidad; que se mantenía a la espera de la respuesta que el gobierno de Mohamed VI diera a las propuestas que le llevaba su ministro. Que lejos estaban esos jóvenes de la que se les estaba preparando. El mensaje que llevaba el ministro a Rabat y del que hacían participe al gobierno, era que el movimiento estaba respaldado por Alqaeda. Que el Frente POLISARIO, no compartía las actuaciones del movimiento juvenil, y, que es cierto, no estaban por la labor de luchar con ellos, ni exilarse en Tinduf.
El día siete, en el Aaíun se amaneció con un inusitado movimiento policial, y personas que habían intentado entrar en el campamento fueron rechazados por la policía. La sensación de temor se reflejaba en los rostros de los mayores, que ya temían alguna represalia, a pesar de que la representante saharaui Ebbi que es miembro de la CORCASA, organismo creado a iniciativa del rey, aseguraba que responsables gubernamentales le habían dado su palabra, que no se iba a intervenir.
Al amanecer del día ocho, las fuerzas policiales hacen acto de presencia en el campamento y ordenan de su desalojo, produciéndose los primeros enfrentamientos, que a lo largo de la mañana toman gran virulencia, y que se ven evacuando a heridos y detenidos. Nuestro informante mantiene que ese día los fallecidos por parte de la policía eran ocho o diez y muy inferior el de los acampados, pero sí es cierto, que la reacción posterior de las fuerzas de seguridad, fue brutal.
Hoy (madrugada) hora en la que tenemos el enlace, nuestro informante, nos dice que se persigue y se detiene a toda persona mayor de 12 años, y que muchos ya han sido acusados y condenados y a otros se les ha llevado a Rabat para ser juzgados por terrorismo.
Nuestro “anónimo” informante nos dice que quizás los jóvenes que encabezaron el movimiento y la concentración, no valoraron en sus justos términos, el alcance de la defensa numantina del campamento, que a facilitado al gobierno marroquí, tomar las drásticas medidas de represión y persecución, de los que el gobierno considera y pregona son miembros de las milicias de Alqaeda en el Sahara. El sentir de la población es unánime, el enfrentamiento pudo haberse evitado. La acción policial fue desproporcionada y mucho más la reacción de los acampados, que le ha dado al gobierno marroquí argumentos para actuar de la forma que lo está haciendo.
Me he limitado a transcribir una conversación con un isleño, que entiendo pudiera ser objetiva, pues el único vinculo que le une con los contendientes, es ser residente en la zona, y observador imparcial de los hechos. Dejo al criterio de nuestros lectores el sacar conclusiones, de una situación, que por ser tan “impermeable” levanta sobradas sospechas, en ambos sentidos.
Antonio Ortega Santana
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