Esta vez, en el periódico del pasado domingo, el editorial de El Día ha ido un poco más allá en su particular batalla, la del insularismo más radical, contra Gran Canaria y la unidad del Archipiélago. En esta ocasión, subiendo un peldaño más en su desatinada escalera anticanariona, se atreve a insinuar el reto de una gran manifestación popular en Santa Cruz de Tenerife, de las que se erigen en impulsores, y en la que se exigiría que nos despojen del Gran y nos dejen sólo en Canaria. “El gran aplicado a Canaria es intolerable desde todos los puntos de vista, irritante y perverso”, dicen en su última entrega.Su atrevimiento, soberbia y falta de respeto llega tan lejos, que se cree con pleno derecho de decidir cómo debe llamarse nuestra isla. Por lo que se ve, en esta y en otras cosas, los hombres y mujeres de Gran Canaria no tenemos ni voz ni voto. En eso se parecen bastante al Gobierno que hemos sufrido estos cuatro años.No es la primera vez que desde las páginas de ese periódico se menosprecia a Gran Canaria y a los grancanarios. Ni será, con toda seguridad, la última. En esta nefasta legislatura se han repetido una y otra vez sus andanadas, ante el silencio cómplice de la clase política. Sólo Nueva Canarias, a través de su diputado Pedro Quevedo, protestó en el Parlamento ante tan graves ataques a Gran Canaria y a la unidad de Canarias. Casi al mismo tiempo que el Cabildo insular de Tenerife, con los votos favorables de CC-ATI. PP y PSC-PSOE solicitaban, en una muestra de desatino colectivo, que se otorgara el Premio Canarias de Comunicación al singular editor del diario. Y una vez más, en esta ocasión en que se llama, nada más y nada menos, a la movilización popular contra Gran Canaria y los grancanarios, sólo Nueva Canarias ha alzado la voz frente a la corresponsabilidad de Coalición Canaria-ATI con el que es su periódico de cabecera; y, una vez más, frente al silencio cómplice de las direcciones del PSC-PSOE y del PP. No nos van a callar. No vamos a permitir que se ningunee a Gran Canaria y que se trate de fracturar Canarias desde una visión insularista radical que ve al Archipiélago como un territorio en que seis islas están sometidas a los dictados de una.Porque ese mezquino planteamiento va mucho más allá de los contenidos de los editoriales de El Día. Se encuentra presente en una forma de entender la política que ha triunfado plenamente en la legislatura 2003-2007. Es la que se percibe tras la construcción de un tranvía que hemos pagado todos los canarios, rompiendo la política de transportes a favor de una sola isla. Es la que se encuentra en su segunda parte, el tren del Sur de Tenerife, presupuestado en 932 millones de euros (155.000 millones de las antiguas pesetas), sin que el Cabildo tinerfeño cuente con financiación para el mismo. Tras el éxito con la financiación del tranvía lanzan un nuevo envite, seguros de que al final la trama Cabildo de Tenerife-Gobierno de Canarias logrará que desde los Presupuestos de la Comunidad canaria se les pague el ferrocarril. Y luego vendrá, ya lo están anunciando, el tren del norte, de Santa Cruz a Los Realejos. Y lo que se les ocurra.Es la misma filosofía que ha permitido que la compañía de transportes TITSA sea entregada al Cabildo de Tenerife, una vez saneada y con el compromiso de pagar desde el Gobierno canario la renovación de su flota. Y ahora, tras sanearla, tienen la desvergüenza de adelantar la misma cantidad 3,8 millones de euros a Guaguas Municipales y a TITSA, como si estuvieran en la misma situación. Son los modos de un Gobierno cuyos consejeros grancanarios son tan sumisos con ATI como traidores con su isla, engañando a sus ciudadanos y ciudadanas, desviando los dineros de los impuestos de los canarios de las siete islas en beneficio de una sola de ellas.O, en fin, es la misma forma de actuar que les ha hecho transformar los dos centros sociosanitarios proyectados en el plan aprobado por el Gobierno en dos auténticos hospitales comarcales, ubicados en Icod de los Vinos y Arona, con la permisividad de la consejera de Sanidad, la misma que niega a Gran Canaria la posibilidad de contar con un hospital público en Meloneras.Coalición Canaria-ATI realiza así un auténtico asalto a las arcas públicas autonómicas. Y el PSC-PSOE y el PP no dicen nunca nada. Por nuestra parte, seguiremos denunciando estos desmanes y defendiendo una Canarias con equilibrios presupuestarios y políticas destinadas a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de todas las islas. Y en la que no se repita la política de hechos consumados en la que se ha especializado el Cabildo de Tenerife. Nueva Canarias proseguirá, por tanto, trabajando por una Canarias unida, justa y solidaria. Y, por supuesto, continuará defendiendo a Gran Canaria. Aunque les duela.(*) Román Rodríguez es candidato de Nueva Canarias a la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria. Román Rodríguez (*)