Imprescindible votar el día 7

Queremos, deseamos ser más europeos que nadie, pero queremos que nos den todo hecho, que las prestaciones sociales, agrícolas, en infraestructuras, etc.?. sean las máximas, sin embargo nos planteamos la desidia de no asistir a las mesas electorales el próximo domingo; ¡ya se verá!

Desde un punto de vista histórico el siglo XX fue, como la mayoría de los siglos, muy convulso; dos guerras mundiales, la guerra civil española, las guerras de los Balcanes: sin embargo desde hace un tiempo podemos asegurar que, una vez implantada la Comunidad Europea, los habitantes del viejo continente gozan del mayor periodo de tranquilidad voluntaria que se recuerda, considerado por todos un éxito sin precedentes; no obstante no se ha sabido vender a la población la importancia de este hecho y después del referéndum fallido -en algunos países miembros- sobre la aprobación o no de Constitución Europea, no se ha logrado explicar correctamente cuál es el papel de La CU en nuestras vidas.

Por las razones que sean no se ha explicado correctamente que éste es un parlamento cuya función es “la representación popular de todos los europeos”. Es fundamental para el desarrollo de nuestras vidas y desde la calidad de la leche, hasta la protección del aire o del paisaje, pasando por el control de la distribución de las rentas, hace que las políticas nacionales queden supeditadas a las comunitarias.

Todos los europeos nos la estamos jugando en estas elecciones puesto que cuestiones como: el empleo, el cambio climático, la calidad alimentaria, la inmigración, etc? se deciden en Europa.

Durante los últimos tiempos la derecha europea ha intentado, en muchos de los casos sin éxito, controlar y penalizar la inmigración, demonizar la homosexualidad, hacer una jornada laboral de sesenta horas, abaratar los despidos; siempre de la mano del empresariado; siendo las políticas sociales relegadas a un segundo plano.

Parece ser que la crisis mundial que padecemos ha desilusionado a los pobladores del continente y muchos piensan ejercer un voto de castigo no acudiendo a las urnas. Craso error, puesto que la única fórmula que puede existir para salir de este estrepitoso periodo es con la unión de todos en la lucha por conseguir un cambio en las formas de entender la economía.

El fomento de las nuevas tecnologías y el conseguir que la oferta legal de la red sea cada vez más amplia, es otra de las grandes soluciones en la salida de este proceso de crisis y sólo desde una directiva europea común para todos los miembros, es como se logrará. Controlar la libertad de mercados para evitar la especulación o evitar el total libertinaje que se ha ejercido sobre nuestro suelo para proteger el medio ambiente, deben ser los pilares básicos de los europeos progresistas.

Las mujeres europeas tenemos mucho que decir en estas elecciones y cada vez más somos imprescindibles en los gobiernos y la dirección de UE. Pero queremos más, queremos mucho más, queremos que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en cualquiera de los países, queremos que respeten nuestras decisiones, queremos un aborto libre y responsable, una conciliación entre el trabajo y la familia, pero sobre todo queremos la erradicación de La Violencia Machista. Nuestro país se ha convertido en un referente europeo en lo que a políticas de Igualdad se refiere, pero queda aun mucho trecho por recorrer y sólo lo podemos hacer participando activamente en las políticas continentales.

Una Europa Social, de izquierda que se preocupe por el que sufre la crisis, no por los que la han provocado, debe ser lo fundamental. Es por eso que depende de cada uno de nosotros decidir que Parlamento Europeo queremos.

Mi color parlamentario va a ser el de la izquierda.

Carmen Coello