La portada de mañana
Acceder
Israel aprovecha hasta el inicio del alto el fuego para continuar la masacre en Gaza
El grupo de León: la conexión entre Quirón, la pareja de Ayuso y el ático de Chamberí
OPINIÓN | 'Los imperios de las galaxias', por Enric González
Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Lío en la Confederación de Empresarios por EDITORIAL

0

Veamos los hechos y los conflictos, pero no sin antes afirmar que al grueso del público la cosa le trae simplemente sin cuidado, lo cual ahora mismo no sabemos si favorece o entorpece los intereses generales.

Todo surge con la llegada a la Confederación de un nuevo presidente, Sebastián Grisaleña, que una vez aupado al podium no puede cumplir los compromisos generados durante el proceso de ascenso a la dirección de los empresarios de Las Palmas. Es palmario que quienes siempre apoyaron a Grisaleña no son los mismos en los que éste se apoya ahora con la secuela de decepción y desencanto que ello comporta.

Sucede entonces que después de cambiar el presidente de la Confederación, un nuevo gobierno PP-CC, uno más, quiere escenificar que esa coalición gobierna también en la Autoridad Portuaria de Las Palmas y cambia al presidente. Y el cambio de Sánchez-Simón, relevando a Mayoral, parece del todo normal. Pensemos que Mayoral, devenido un buen presidente, llegó al cargo por resultas orgánicas del Partido Socialista.

Pero lo anormal es que dos votos representantes de la Confederación pudieran ser por aquellas calendas del todo necesarios para gobernar el puerto. Y aquí surgen las contradicciones y el conflicto.

Porque descontado que hay un lobby en el puerto de Las Palmas, y ello sea dicho sin tono peyorativo alguno, está por esclarecer si los representantes de la Confederación en el consejo de la Autoridad Portuaria deben postular los intereses de los empresarios del puerto o los generales desde el enfoque de los intereses empresariales.

Y como existía esa duda, resultado de una contradicción sin aclarar, se sometió a votación quien representaría a la patronal en la Autoridad Portuaria. Y resultó elegido Félix Santiago, homologable al interés general sin más, frente a Juan Freire, postulante del interés general portuario.

Lo que viene después es consecuencia de acciones asimétricas del poder político y el empresarial bajo la tutela del presidente Grisaleña, en permanente baja en lo que hace a liderazgo y capacidad de decisión. Decimos asimétrica porque, mientras desde el Partido Socialista se enfrentan al asunto con pies de cenicienta, el siempre descarado José Manuel Soria lo hace con pies de plomo, torpes pero contundentes. Y asimétrica en lo que hace a la cosa empresarial porque los empresarios del puerto, constituidos en lobby operativo, ya en funciones más peyorativas, no tienen enfrente quién entienda que el puerto debe gobernarse según los intereses generales del pueblo canario. O mejor, sólo tienen a Félix Santiago.

Por eso, mientras la Confederación no resuelva su dilema, la crisis se la irá comiendo poco a poco. No dudemos que estamos ante un pulso entre un grupo de empresarios portuarios que actúan de forma coordinada en defensa de sus intereses y alguien que votado por los empresarios no entiende por qué razón tiene que dimitir. Le asiste sin duda una razón superior. Pensemos que los lobbies encajan en nuestro ordenamiento jurídico y en nuestras buenas costumbres siempre que operen sin perjuicio claro de terceros. Aquí la Confederación tiene un problema que no debe dejar para mañana si puede resolverlo hoy. Eso decía Franklin a quien con talento le respondió Twain: “No dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana”. Pero pasado mañana la patronal estará quemada, y su presidente, calcinado.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats