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¡Más madera! por Odalys Padrón

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El 2 de abril de 2007 pedí en la extinta Comisión de Control la comparecencia de Manuel Parejo como concejal de Hacienda, tras la dimisión de Guillermo Núñez, para que explicara las cantidades abonadas mensualmente por el alquiler de dos locales en el Parque Bulevar; así como la ubicación del mobiliario adquirido para dichos locales, el pago por reformas que aparentemente nunca se realizaron en su totalidad y el uso que se le pretendía dar. Dos años después sabemos que se han pagado la friolera de más de quinientos mil euros, o sea, más de ochenta y tres millones de pesetas en unos locales que jamás fueron utilizados por el Ayuntamiento. Inicialmente pretendían ubicar en ellos la recaudación ejecutiva. Es llamativa la descoordinación que demostraron porque mientras tramitaban la reforma del García Cabrera para trasladar el Ayuntamiento del centro a Ofra pretendían trasladar la recaudación ejecutiva, que estaba en Ofra, al centro. En vez de agilizar los trámites bien parece que el equipo de gobierno lo que quería, como mínimo, era incomodar al vecino.

Lo mismo ocurre con la creación de los Distritos-Tagoror donde la descoordinación y la ineficacia son las figuras predominantes con la implantación de la “nefasta” ley de Grandes Ciudades (seguramente viendo la ineptitud de estos gobernantes más les atrajo el nombre que su contenido). Se crea la división territorial del municipio en cinco distritos (Anaga, Centro-Colinas, Salud-La Salle, Ofra-Costa Sur y Suroeste) dotadas de órganos de gestión desconcentrada, según dicen, para impulsar y desarrollar la participación ciudadana.

El ayuntamiento ya contaba con seis oficinas descentralizadas ubicadas en los Gladiolos, San Andrés, La Salud, Ofra, Barranco Grande y Añaza. En todas ellas los vecinos pueden interactuar con el Ayuntamiento sin tener que trasladarse a la sede central. Dicho esto, ¿no parece lógico y eficaz que cuando crean los cinco distritos compartan oficinas y recursos con las oficinas descentralizadas que ya existían?, ¿es eficaz pagar doble seguridad, doble limpieza, doble mobiliario, dobles líneas telefónicas, dobles recursos informáticos, etc??.

Pongamos un ejemplo concreto: un vecino tiene un problema en el Distrito Salud-La Salle y va a hablar con el concejal presidente del Tagoror en la Calle Zurbarán 30 (próximo al Parque La Granja). Al finalizar la reunión y en base a lo hablado decide poner un escrito a través del registro de entrada ¿puede hacerlo en esa oficina? ¡no!, debe coger el tranvía, si funciona tras esta borrasca, y una guagua para llegar a la oficina descentralizada que el ayuntamiento posee en calle Tanausú, 2 (próximo al campo de fútbol de La Salud) ¿A esto llama el ayuntamiento de Santa Cruz gestionar eficazmente los recursos públicos? ¿Existe coordinación? ¿Facilitan al vecino sus gestiones municipales?

Una de las escenas más famosas y desternillantes de los hermanos Marx fue la del camarote. Una escena que transcurre a un ritmo frenético, in crescendo de comicidad y surrealismo, que parece no tener fin y sólo termina cuando alguien atraído por el ruido abre la puerta y hacen que salgan por la presión acumulada las dieciocho personas que estaban dentro. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz es como el camarote de los hermanos Marx, lleno de cómicos cuya gestión es surrealista hasta el extremo de lo absurdo y que sólo terminará cuando los vecinos atraídos por las corruptelas abran las puertas para que entre aire limpio.

Odalys Padrón

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