Espacio de opinión de Canarias Ahora
Las minorías representativas
Los más benévolos consideran que el oscurantismo sectario del PP es correlato de una concepción autoritaria del poder en que las urnas otorgan patente de corso al ganador para actuar saltándose el procedimiento administrativo y hasta la ley. Para los peor pensados la intención era evitar controles a fin de que la experiencia política fuera todavía más enriquecedora, por decirlo de algún modo. Ahora Saavedra habla de participación, de darle comba a la oposición, de practicar la transparencia. Y me llama la atención que mucha gente considere poco menos que potestativo de cada cual gobernar como el PP o como se dispone a hacerlo Saavedra. Como si fuera cosa del talante personal de cada uno y no lo que recomienda la sana y correcta práctica democrática que el PP arrumbó creando zonas oscuras propicias a corruptelas reales o supuestas. Lo que ya se verá. Quiero decir que Saavedra no pretende gobernar con las puertas abiertas y reconociéndole a la oposición su papel por talante personal. Éste, claro, tiene importancia, pero lo determinante es que responde a que el futuro alcalde sabe que principio democrático fundamental es el repeto a las minorías representativas y que la oposición representa a miles de ciudadanos que no pueden ser ignorados. Justamente lo que hicieron los peperos durante sus años de mandato en que pasó de la oposición abusando de su mayoría hasta decir basta. Saavedra, por tanto, pretende gobernar reconociéndole a la oposición la representatividad de miles de ciudadanos que no dejan de serlo por el hecho de no haberle votado a él. Es volver a lo que había antes, a los tiempos en que la oposición se sentaba en las comisiones y tenía acceso a los expedientes. El PP acabó con esas prácticas y echó a la oposición de todas partes para que no metiera las narices en sus trasteos. La última del ex macho, la de dejarle a su sucesor limpias las arcas, está en esa línea. Y me hubiera sorprendido, qué quieren, que no volviera a mostrar este sujeto su falta de ética política y de elegancia. No puede pedírsele peras al olmo, es fama.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0