Yo nomino a Unelco por J.A. Quesada

Ahora le estorban los pinos que están cerca de sus redes eléctricas y para curarse en salud dice que hay que cortarlos para prevenir incendios, cuando esos árboles llevan ahí muchísimos años. Estaban antes de que sus operarios clavaran las estacas metálicas para pasar la corriente. Antes incluso de que existiera Unelco, la Comunidad Autónoma y hasta el Real de Las Palmas. La razón, enterrar los cables es muy costoso.

Más grave que eso todavía es su oposición persistente, y de facto, a que progresen en nuestra tierra las energías limpias. Siguiendo con el símil del esperpento televisivo, Unelco le pone una y otra vez la pierna encima al progreso y a la modernidad de nuestras islas, y lo hace ahora con la excusa barata de que “la red no puede absorber la energía” que producen las placas solares, en este caso en el Polígono de Arinaga.

Ahora vamos a salir del juego para ponernos serios. ¿A quién le quieren tomar el pelo?. De manera que estamos en una situación de crisis energética progresiva que hace tambalear a la economía mundial. De manera que estamos a punto de enfilar la recta final de los hidrocarburos, lo que obliga a las administraciones, empresas y organismos responsables a empezar a poner las bases para poder contar con alternativas que nos lleven al máximo nivel de autonomía energética, ¿y ustedes dicen que la red no puede absorber la energía procedente de las plantas fotovoltáicas? ¿Es que no pueden parar motores, bajar su potencia, actualizar, plastificar o alicatar las susodichas redes?. Señores de Unelco, necesitan una estancia en una isla perdida del Caribe para aliviarse el estrés, a poder ser sin billete de vuelta.

Comprendo. Ese es su negocio, y tienen sobradas razones económicas para frenar las instalación de las fuentes de energía limpias y abundantes que hay en nuestra tierra. En Navarra no son tan abundantes y, sin embargo, aportan un elevadísimo porcentaje ?se calcula que un 70%- del consumo de la Comunidad Foral. Una vergüenza, para nosotros los canarios, claro.

A la vista de lo expuesto, tenemos sobradas razones para nominar a Unelco. Pero también las hay para nominar a Paulino Rivero y su equipo. Porque el Gobierno que padecemos tiene mucho que ver con todo esto. Si me lo permite, ese tema será objeto de una segunda nominación.

J.A. Quesada