Espacio de opinión de Canarias Ahora
Nueva Canarias y el racismo establecido
Tal vez puede que a raíz del pacto electoral con el CCN, partido que aboga por endurecer el control de la entrada de inmigrantes pobres en Canarias, Nueva Canarias haya decidido emprender una política neopopulista de descalificación de un colectivo nacional como el de los chinos, que parece que recoge el testigo del rechazo que en su momento sufrieron los indios, los coreanos, los marroquíes o los subsaharianos.
No hay nada como tener a quién echar las culpas cuando la crisis capitalista arrecia. El concejal de Desarrollo Económico y Empresarial del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, José Juan Bolaños, se atrevió a asegurar este viernes que “los comercios asiáticos no se integran en el tejido empresarial y no crean empleo en Santa Lucía”. ¿Cómo es posible que una organización política que se dice “de centro progresista” permita estas declaraciones de un responsable de primer orden como este concejal tirajanero? ¿A qué espera Silverio Matos para desautorizar a su compañero de gobierno municipal?
Me gustaría que José Juan Bolaños saliera a la palestra denunciando a aquellos empresarios canarios, españoles, venezolanos o hindúes que no respetan los derechos laborales de sus trabajadores y trabajadoras. Decir que el comerciante chino no respeta la jornada laboral ni otras condiciones de trabajo va más allá de la aparente preocupación del concejal por estas irregularidades. Por supuesto que en estos casos debe actuar inmediatamente la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y sancionar al empresario fulminantemente. Pero el rejo electorero se observa cuando a continuación afirma que estos comerciantes no se afilian a las asociaciones de empresarios? ¿Qué nos quiere decir con eso, señor Bolaños? ¿Que no pagan la cuota a Nueva Canarias?
Los comerciantes chinos no son ni mejores ni peores que los canarios. Defienden, simplemente, sus intereses de clase. Ante esto, la clase trabajadora debe denunciar cualquier vulneración del Estatuto de los Trabajadores, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la Ley General de la Seguridad Social o de cualquier otra normativa laboral. Pagan suculentos alquileres por ejemplo en la calle Juan Rejón o en La Naval de Las Palmas, además de tener que abonar el AIEM, el IAE, la Seguridad Social de sus trabajadores, etc, como cualquier hijo de vecino. Y si no lo hacen, denuncia que te pego.
Afirman los empresarios de Vecindario que es que contratan sólo a los suyos. Cosa que no hacen sólo los chinos aunque cada vez hay más establecimientos regentados por asiáticos que emplean a canarios. En la avenida de Mesa y López yo lo he visto. La barrera idiomática en muchas ocasiones hace que prefieran contratar a personas de su nacionalidad y también ?es cierto- debido a la cultura del trabajo que tienen interiorizada desde hace miles de años.
Hay quién dice que el colombiano, el marroquí y ahora el chino “no se integra”. Sinceramente no sé qué quiere decir eso. ¿Que deben adoptar el acento isleño? ¿Qué han de ponerse cachorro, fajín y naife? Nosotros sólo lo hacemos en las romerías? ¿Que han de olvidar su gastronomía y bailes para aprender únicamente los nuestros?
Claro que no me gusta que un foráneo desprecie la cultura de mi pueblo. Eso está fuera de discusión. Pero al igual que es rechazable la endofobia y yo personalmente la he sufrido por parte de españoles en mi propia tierra, la xenofobia es igualmente aborrecible.
“No me llames extranjero”, decía el cantautor argentino Rafael Amor. Si olvidamos la perspectiva de clase estamos perdidos. Si permitimos que el discurso de Nueva Canarias-Centro Canario se asiente en nuestro pueblo estaremos renunciando a otra Canarias posible.
La única que se puede construir desde la autodeterminación y el socialismo humanista.
* Unidad del Pueblo Rubén Alemán Sánchez*
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