Vienen curvas

Este es el pen-último parte de guerra laboral que firmarán antes o después de Semana Santa Gerardo Díaz?Ferrán, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez, Celestino Corbacho y José Luis Rodríguez Zapatero. Con él “esta reforma viene tarde, pero bienvenida sea”, de Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, por supuesto.

Remóntemonos a septiembre de 2008 cuando caían los grandes bancos norteamericanos Fanny Mae, Lehman Brothers, Freddie Mac o Bearn Stearns. Eran tiempos de lamentaciones. Tiempos de promesas y de arrepentimiento por los excesos del neocapitalismo brutal. Sarkozy, Merkel, ZP y Durao Barroso no se cortaban y lo decían sin que se les cayera la cara de la vergüenza: “Tenemos que refundar el capitalismo”.

En el Estado español no iba a pasar nada. Así lo dijeron el propio presidente español, el comisario económico de la Unión Europea, Joaquín Almunia, y los gurús del Partido Socialista Obrero Español. Al acecho, los buitres de la super-derecha española, esos que dicen haber renegado del Franquismo pero a los que sin embargo, de vez en cuando, se les escapa un “con Franco estas cosas no pasaban”, con acento mayor-orejil.

Un trabajador o trabajadora de a pie se preguntará: “¿yo, con mis escasos mil euros de salario soy el responsable del hundimiento de la economía española?” Si Zapatero inyectó el año pasado más de 300.000 millones de euros a la banca de Botín y cía, ¿por qué estamos en crisis? ¿Por qué una nueva reforma laboral? ¿Por qué esa misma banca que tanto recibió no da créditos a la pequeña empresa? ¿Por qué ahora tiene que hacerlo el ICO?

Después de 24.000 millones regalados a la burguesía canaria en forma de Reserva de Inversiones en nuestro Archipiélago hay cerca de 300.000 canarios y canarias en paro. Ya no hay inmigrantes a quién echarles la culpa?

Vienen curvas. A apretarse los cinturones. Según el Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva para los años 2010 a 2012 firmado por los siameses UGT-CC.OO y CEOE-CEPYME para este año no se debe pedir una revisión salarial superior a un punto y las empresas que así lo deseen podrán descolgarse de dicho aumento alegando la palabra mágica: “Estamos en crisis”.

La carretera laboral de Corbacho tiene más curvas que la vía a Teror. Otra curva, ésta más peligrosa: la edad de jubilación se retrasará a los 67 años. Tiempo al tiempo. Por un mínimo sentido del pudor el gobierno hispánico retiró el informe por el que presentaba a la Comisión Europea una propuesta insultante para la clase obrera toda y por la que aumentaba el periodo de carencia ?es decir, de cotización para poder cobrar una mísera pensión contributiva- de los 15 años actuales a 25. La excusa de siempre: “es que dentro de veinte años no habrá dinero para pagar las pensiones porque la Caja de la Seguridad Social se está agotando a marchas forzadas”. ¿Por qué una caja única para la Seguridad Social y no un sistema de reparto entre todos los ministerios de tal manera que nunca quiebre algo tan básico como las pensiones de nuestros mayores, como sucede en Alemania o Francia? Sin embargo, sí se detrae dinerito para armamento de esa “Caja Única”.

Lo dicho: vienen curvas. Habrá que preparar un Primero de Mayo contundente. Sin UGT ni CC.OO., lógicamente. Paulino hace tiempo que pedía esta reforma laboral y Corbacho y Zapatero se la van a dar. Llega el contrato-caca para jóvenes con el nombrete de Contrato indefinido para el fomento del empleo, con 33 días de despido en vez de 45. Lo que quería Rajoy. Lo que quería Grisaleña.

Está claro, la culpa de todo esto la tiene Chávez. Y Evo Morales, que es indio y le gustó Avatar. Si ellos no existieran, ¿a quién culparían los dueños de la bala, de los que habla Eduardo Galeano?

Rubén Alemán Sánchez