Relaciones mauritano-españolas: el potencial de Canarias
La visita del presidente Sánchez a Nouakchott el pasado 30 de junio es para mí la ocasión de recordar la importancia de nuestras relaciones con España y, en particular, el papel predominante de las Islas Canarias en términos de intercambios económicos y sociales.
Los intercambios con este territorio vecino se remontan al menos al siglo XVIII, cuando los veleros canarios venían a pescar al banco sahariano. Las poblaciones costeras Imraguen usan hoy en día embarcaciones inspiradas en las lanchas canarias para la pesca artesanal en el área protegida del Banc d'Arguin.
Canarias es el territorio europeo más cercano a Mauritania, a solo unos 800 kilómetros de Nouadhibou. Esta proximidad representa una oportunidad para los dos territorios, a través de la existencia de numerosas sinergias y potencial por desarrollar todavía. Consciente de este potencial, el Gobierno autonómico de Canarias es el único en España en tener una Dirección de Relaciones Económicas con África, siendo Mauritania uno de sus cuatro mercados estratégicos y su primer socio comercial.
La existencia de un Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI) entre España y Mauritania desde marzo de 2016 es un factor positivo para la promoción de las relaciones económicas entre ambos países. Canarias tiene un régimen fiscal específico que permite la deducción fiscal para las empresas que realizan inversiones en países de la región, incluida Mauritania. En este sentido, las ventajas que ofrece la Zona Franca de Nouadhibou permiten interesantes perspectivas para el intercambio con las Islas Canarias.
Entre los sectores de alto potencial, se encuentran las energías renovables, manufacturas, infraestructuras, salud y formación profesional. El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) es un ejemplo de cooperación entre Canarias y Mauritania para la formación y la asistencia técnica en energías renovables, tratamiento de aguas y desalación. Varias empresas canarias me han mostrado interés en recibir estudiantes mauritanos para realizar prácticas. Cabo Verde tiene, por ejemplo, acuerdos de Formación Profesional con Canarias para la formación de estudiantes y profesores.
Por lo tanto, existe un clima favorable para fortalecer y diversificar los vínculos existentes. Este potencial debe ser aprovechado, especialmente tras la crisis de la COVID-19, que ha mostrado el interés de acortar las cadenas de valor y favorecer la integración regional.
0