Turismo sin rumbo

Hace pocos días el Gobierno dio a conocer a las organizaciones representadas en la denominada Comisión Normativa del Consejo Canario de Turismo otro borrador de esta Ley que, entre otras cosas, presenta una gran novedad, aunque quizás habría que decir una nueva ocurrencia. Ahora se pretende autorizar nuevos hoteles escuela de cinco estrellas siempre que el promotor esté dispuesto a que el complejo turístico sirva para dar formación. Para ello, el promotor tendrá que reservar el 10% de esas camas a tal fin, y firmar, al solicitar la licencia, un convenio para que mientras se construye el complejo se dé formación, al menos, a un 60% de las personas que van a trabajar en dicho hotel; y dicho programa de formación tendrá que mantenerse durante seis años.

Liquidar la moratoria

Es decir, bajo el subterfugio de llamar “hoteles escuela” a todo nuevo hotel se pretende autorizar indiscriminadamente nuevos alojamientos turísticos. Ahora tendremos “hoteles escuela” a granel, permitiendo por esta vía liquidar de hecho la moratoria al crecimiento alojativo turístico definida en la Ley de Directrices de Ordenación del Turismo. Nos parece un disparate que se mezclen las necesidades formativas del sector turístico, que apoyamos, con la autorización de más hoteles siempre que se coloque el rótulo de “hotel escuela”. Máxime cuando todos los agentes del sector turístico saben que los actuales “hoteles escuela” dependientes de HECANSA están infrautilizados, con lo que es evidente que no se necesitan más hoteles de este tipo y sí iniciativas formativas de otra índole definidas en la propia Ley de Directrices e inaplicadas desde el año 2003.

Si ya pensábamos que en relación al turismo este Anteproyecto no mejoraba en nada las determinaciones contempladas en las actuales Directrices de Ordenación del Turismo ahora es evidente que lo que se pretende con esta nueva propuesta es abolir la actual moratoria permitiendo la construcción ilimitada de hoteles de cinco estrellas. Con esta medida se abandona, además, la necesaria política de rehabilitación turística, pues tal como señalaba acertadamente el presidente de ASHOTEL nadie va a renovar o sustituir hoteles para obtener licencia, como se planteaba en el Anteproyecto, cuando se pueden hacer hoteles nuevos sin los costes añadidos de tener que renovar alojamientos viejos.

Creo que la gran tarea que tiene el turismo en Canarias y especialmente en Gran Canaria, es la rehabilitación de la ciudad turística, la renovación de los establecimientos alojativos y comerciales desfasados y el incremento de la oferta complementaria. Esta era la gran apuesta de las Directrices de Turismo y sólo la desidia y el incumplimiento de esta Ley por parte de los gobiernos de ATI-CC y PP en los últimos cinco años ha provocado que no se haya avanzado un paso en esta dirección.

Contrariamente a este Anteproyecto de Ley de Medidas Urgentes, defiendo la continuidad de la limitación del crecimiento de nuevas camas así como que siga siendo el Parlamento de Canarias quien a través de una Ley trienal fije los futuros cambios de la moratoria, oponiéndome a que esta competencia la tenga el Gobierno mediante decreto, tal y como se pretende ahora.

Excepcionalidad

Frente a este invento de última hora de los “hoteles escuela” considero más conveniente mantener la excepcionalidad de poder autorizar en las cuatro islas turísticas hasta 3.600 nuevas plazas anuales en proyectos turísticos que comporten una especial cualificación de la oferta, integrados por equipamientos de ocio, deportivo o salud, de características tales como para definir por sí solas el proyecto en su conjunto, tal y como establece la actual Disposición Transitoria Segunda de la Ley de Directrices.

Además, también se debe mantener que sea el Parlamento quien debe determinar las características que deben reunir estas excepcionales nuevas plazas y fijar el ritmo de crecimiento máximo de las mismas en cada una de las islas para el siguiente trienio. Así se debe establecer un criterio de distribución entre las cuatro islas turísticas del límite de las 3.600 nuevas camas. Estas nuevas plazas insulares autorizadas y definidas por Ley serían aprobadas por el pleno de los cabildos insulares.

Creemos que este procedimiento de determinación del número de camas excepcionales para el trienio en cada isla permite un mejor encaje en la estrategia específica de desarrollo turístico que establezca el planeamiento insular y los planes territoriales especiales de ordenación turística insular. Opino que por las grandes deficiencias técnicas y de orientación que tiene este Anteproyecto de Ley, manifestadas desde los Cabildos, ayuntamientos, organizaciones turísticas, sindicatos, colegios de arquitectos y grupos ecologistas, y por la importancia que tiene para el futuro de nuestro sector turístico, el Gobierno debe retirar la parte relativa al turismo e iniciar un amplio debate que permita su reconsideración. Y, si no son capaces, que aprovechen el actual marco legislativo y que, asimismo, atiendan el sentir de la sociedad.

* Presidente de Nueva Canarias Román Rodríguez*