Voto a tal
El presidente nacional del PP ha pedido al PSOE andaluz que, si no quiere que Vox condicione el gobierno de la Junta ni que Macarena Olona chantajee a Moreno Bonilla, facilite la investidura del actual presidente ya que todas las encuestas lo dan como claro ganador.
Núñez Feijóo pretende que en todas las autonomías se apoye al partido más votado aunque eso lo dice ahora que las expectativas del PP en Andalucía son muy halagüeñas pero nunca lo dijo antes cuando en las últimas elecciones el PP no fue el ganador.
Curiosamente en las elecciones autonómicas celebradas en España en 2019 la única comunidad en la que el PP fue la primera fuerza fue la de Galicia. Núñez Feijóo logró mayoría absoluta y no tuvo ningún problema en renovar como presidente de la Xunta de Galicia. Sin embargoen todas las demás comunidades en las que ha estado gobernando el PP durante esta legislatura el partido de Feijóo no ha sido el más votado. Empezando por la Andalucía de Moreno Bonilla y siguiendo por la comunidad de Madrid de Ayuso, la Castilla y León de Mañueco y la Región de Murcia de López Miras.
En todas estas comunidades el partido más votado en 2019 fue el PSOE pero la alianza del PP con Ciudadanos y el apoyo parlamentario de Vox hizo que esas autonomías fueran presididas por los populares. Hace unos años ni Feijóo ni el anterior presidente Casado plantearon que se respetase la lista más votada porque la del PP no lo era.
Ahora que el PP es el partido más votado en esas comunidades autónomas es cuando su presidente nacional invita a los socialistas a que lo apoyen, lo voten y le aplaudan.
El actual presidente de la Junta de Andalucía y candidato favorito a la reelección desea gobernar en solitario para no sentirse atado a la ultraderecha. Ciudadanos parece ya más que amortizado en favor de Vox. Moreno Bonilla se sentía más cómodo con Juan Marín, el candidato de las torrijas, que con Macarena Olona, la alicantina de Graná que le repite insistentemente en todos los mítines y debates que si al PP le hace falta un solo diputado de Vox no será a cambio de nada sino a su presencia en el gobierno.
No deja de ser paradójico que la candidata de un partido que no cree en la autonomía se esfuerce tanto en estar al frente de la Junta de Andalucía. Claro que esto no es nuevo ya que el vicepresidente de Castilla y León, también del mismo partido ultraderechista, realizó su campaña despotricando de las autonomías y lo primero que hizo cuando llegó al gobierno de su comunidad fue subirse el sueldo y ampliar el número de sus asesores.
Por cierto, que el candidato de Ciudadanos y actual vicepresidente de la Junta de Andalucía prometió que se iría a casa si no lograba representación. En este caso no es que él se vaya a casa sino que son los electores los que le mandan directamente a su domicilio. Marín dice incluso que si saca un solo escaño, el suyo, también se irá a su casa porque tiene dignidad. De esta manera está llamando indigno a su compañero de partido que ahora sostiene el único escaño que tiene en Castilla y León y que también, como él, fue vicepresidente de la Junta.
Como puede verse, estamos rodeados de políticos coherentes que solo piensan en los ciudadanos y no en ellos mismos. La campaña electoral andaluza ha demostrado una vez más que los políticos son capaces de realizar las mayores barrabasadas a cambio de un asiento en el Parlamento y más aún si es en el gobierno. Cada día entiendo más a la gente que no quiere votar.
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