Les hablábamos de Tazacorte (ya les contaremos el escándalo mayúsculo judicial en torno a su planeamiento urbanístico) y salta a la memoria que el veterano alcalde de Garafía, Abilio Reyes (PSC-PSOE), ha tocado fondo electoralmente y a punto ha estado de quedar en la oposición de no ser por un pacto in extremis con el PP. En 1983 llegó a conseguir, como independiente, 11 de los 11 escaños del Ayuntamiento y ahora sólo cinco. ¿La causa? Pues el dichoso urbanismo que nos afecta a todos. Los menos allegados no perdonan haber recibido un trato peor que otros a la hora de trazarse las líneas del planeamiento. Fíjense en los núcleos de asentamientos rurales casa por casa o en lo maltratados que quedan muchos agricultores en unas normas subsidiarias que fueron anunciadas sin añadir la coletilla de planeamiento urbanístico para que los vecinos acudieran a interesarse por lo suyo.