La reunión comercial de este viernes no tendrá nada que ver -o casi nada- con el nuevo centro comercial de El Muelle. A ella acudirán seguramente la flor y nata de Feprodeco, una federación de asociaciones comerciales montada en su día por José Miguel Suárez Gil, presidente ahora de la Cámara de Comercio de Las Palmas, para contrarestar el poder de Cacapyme, la de toda la vida, y de paso empezar a convertirse en el coordinador empresarial que llegó a ser. Pintan bastos para él, y algunas de las más potentes asociaciones de Feprodeco han decidido plantarse. Tanto que el primer punto en el orden del día podría traducirse del siguiente modo: “Estamos hasta los (calcetines) de tener que pagar la mitad de las cuotas de los socios, el 10% de las subvenciones que conseguimos gracias a tus manejos y que, encima, nos liquides dos veces al año, en marzo y en noviembre, y todavía estemos esperando lo que falta”. Malos tiempos para la vía plateada, a la que le caen los clavos de todas partes, como si hubiera nacido para martillo.